No hay medicina que cure, lo que no cura la felicidad.
Su biografía sigue, hasta hoy en día pero yo corto aquí. Si queréis saber su bibliografía, premios y el resto de su vida y más ampliada, en los siguientes enlaces podéis hacerlo:
He parado la biografía en el punto en el que escribió su novela más importante para comentar mi encuentro con la misma y continuar comentando la cita.
Resulta que en la década pasada, un profesor de Lengua del instituto durante el curso, una forma que utilizaba para evaluarnos era mandarnos leer un libro a nuestra elección, teniendo que decir tras la lectura de la misma, qué nos había gustado del y qué no.
Uno de los libros que elegí en su momento fue «Cien años de soledad» y el profesor me dijo que podría ser un tanto «pesado» para leer al aparecer diversas historias y protagonistas. En lugar de escribir un resumen, lo que hice fue dividir lo que me gustaba y lo que no en frases independientes aunque a veces, enlazaba unas con otras. Se me han olvidado la mayoría de detalles de la novela pero la recomiendo, merece la pena.
Gabriel García Márquez, no sé si lo sabíais, superó en su momento un cáncer linfático y eso aún refuerza más la cita de hoy (gracias por la aportación ;P). Refuerza la cita porque la medicina nos cura de distintas enfermedades, virus, etc. pero la felicidad o la búsqueda de la misma, creer en ella, nos da ese plus necesario para mantenernos aferrados a la vida, a querer sentir la felicidad que nos proporciona, más de lo que somos conscientes, el hecho de estar vivos.
No creo que sea necesario sentir la muerte cerca o tener problemas graves para planteárselo y, desde luego, no es un sentimiento que se da o no sin más (aunque a veces sí) y tenemos que esperar que llegue. De hecho, ciertas actitudes y formas de interpretar y afrontar lo que nos sucede en el día a día contribuyen a que nuestra amiga, Felicidad, haga acto de presencia más veces y más continuadamente. ¿Cómo? Supongo que cada cuál tendrá su camino para llegar a la misma pero, desde luego, no creo que deba ser un estado de ánimo a esperar, sino más bien un estado de ánimo que llega si nosotros nos dirigimos hacia el mismo y colaboramos despejando el camino.
Feliz semana 🙂
PD: os enlazo una lista con sus obras reseñadas y algunos cuentos suyos online para leer sin censura monetaria.
Gabriel García Márquez me ha motivado a ser un lector frecuente de literatura,
la obra que más me encanta de él es. La mala hora.