Pero es sólo por su propio provecho que un hombre emplea su capital en apoyo de la industria; por tanto, siempre se esforzará en usarlo en la industria cuyo producto tienda a ser de mayor valor o en intercambiarlo por la mayor cantidad posible de dinero u otros bienes… En esto está, como en otros muchos casos, guiado por una mano invisible para alcanzar un fin que no formaba parte de su intención. Y tampoco es lo peor para la sociedad que esto haya sido así. Al buscar su propio interés, el hombre a menudo favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo.
Adam Smith
economista y filósofo escocés
economista y filósofo escocés
Adam Smith nació en Kircaldy, una pequeña localidad portuaria escocesa. Adam Smith no era un economista, como se podría pensar hoy, y ni siquiera tenía gran formación matemática; era, antes que nada, un profesor de filosofía moral. Fue en ese ámbito donde se hizo conocido inicialmente y donde adquirió prestigio con la publicación, en 1756, del libro «La Teoría de los Sentimientos Morales«. Si Bien este solo título lo habría hecho pasar a la posteridad, sería «La riqueza de las naciones«, que publicó veinte años después, el que le otorgaría su fama y prestigio. En 1787 fue nombrado rector honorífico de la universidad de Glasgow.