Año de 1492, tiempo que marcó un giro en la historia de la humanidad. España vivía la reconquista a manos de los Reyes Católicos y la Santa Inquisición jugaba un papel importante en la conversión religiosa de los árabes y judíos que radicaban en la España monárquica. Durante este tiempo, Europa vivía del comercio de las especias e intercambios a través de la ruta de las especias con el continente asiático, especialmente la India.
Durante este periodo de fines del siglo XV, había grandes movimientos culturales, religiosos y artísticos que marcaron al mundo conocido, específicamente Europa. Con el auge del Renacimiento y la consolidación de la Iglesia católica en gran parte del continente, los europeos nobles y ricos de las ciudades más importantes de l región, comenzaban a vivir de abundantes descubrimientos, del arte plasmado en la pintura y en algunos edificios públicos, así como también, el renacimiento fue la época del auge científico.
Junto a ello, se iniciaba también un periodo de grandes exploraciones, nombres como el de Cristóbal Colón comenzaba a figurar en el panorama. Es así que, a mediados de 1492 a bordo de tres carabelas Colón comienza su primer viaje en busca de una ruta que conectara a Europa con la ruta de las especias en lo que se conocía como las Indias Orientales. Por un lado, los portugueses comenzaron con el descubrimiento del continente africano, comenzando así poco a poco la conquista de dichas tierras en favor de la corona de Portugal; por otro lado, España conquistaría las tierras del Oeste a partir de octubre de 1492.
Dichas exploraciones, propiciaron en las islas del caribe, entre ellas las ahora conocidas como Bahamas, Cuba, Haití, República Dominicana, Puerto Rico, entre otras, se comenzará un periodo de colonización de los grupos culturales existentes. La esclavitud, la conversión religiosa al catolicismo y, el exterminio de los aborígenes fue parte de los inicios de dominio europeo en las tierras de América.
García Solano menciona “los europeos…interpretan al americano como el esclavo por naturaleza…quienes en su deber moral deben civilizar al barbarismo de los indios” (García Solano, 2016). Precisamente lo menciona García Solano, el deber civilizador y moral de los europeos, generó que la evangelización fuera la justificación adecuada para continuar con el proceso colonizador de las tierras americanas y especialmente de los aborígenes.
Sería hasta el siglo XVI, que la colonización americana comenzaría a consolidarse, la esclavitud, el sentido religioso y la modificación de la cultura y el medio de imposición europea para trabajos forzados por medio de la tortura o el propio exterminio de los grupos culturales del caribe americano, propició que España poco a poco diversificara nuevas formas de vida, nueva fuerza de trabajo traída desde África para sustituir al indígena, el mestizaje fue también factor importante de una naciente sociedad con nuevas características en su forma de ser y pensar.
Fue la era de la expansión colonial, de la esclavitud, de nuevas exploraciones como la suscitada por Hernán Cortés en México, con la finalidad de encontrar oro y riquezas, se emprendieron nuevas expediciones que resultaron ser verdaderas inversiones y empresas con la que muchos conquistadores vieron en ellas su sustento y forma de vida que en España no podían obtener. Con el colonialismo español y portugués en el siglo XVI, se comenzó una nueva era y una nueva sociedad muy diferente a la de las antiguas culturas precolombinas; fue una sociedad marcada aparte de la esclavitud, por el control espiritual que la iglesia católica comenzó a imponer en las tierras de América.
El antecedente que sigue impregnado en la memoria colectiva del americano y que nos dará el conocimiento para comprender su mentalidad, es precisamente esta, la que nos obliga a comprender que pasó durante la época de las conquistas y colonialismo de España sobre lo que hoy es América.