«Don Miguel, ¿soy tonto?»
Extraído de El País, 02.06.2005. Entrevista a Pablo Pineda.
Ayer tuve tarde y noche de cine y series en casa. Tras pasar la tarde viendo Yo soy Sam por segunda vez, me dispuse a desaprovechar del todo mi sábado y tirarme en la cama viendo cine y series que tenía pendientes. Entre esas películas pendientes se encontraba Yo, también. Una historia que llamó profundamente mi atención cuando hizo aparición en la escena cinematográfica por la historia de su protagonista, Pablo Pineda, pero que debido a mi nula asistencia al cine, todavía no había podido disfrutar.
De pequeño tuve la suerte de compartir crecimiento con varias personas con Síndrome de Down. En mi apartamento de San Juan conocí a Toni, Roberto… dos niños, ya hombres, geniales que me aportaron diferentes cosas a lo que hoy soy. Soy consciente de que tuve una serie de leves prejuicios hacia ellos ya entrada la adolescencia, pero nunca antes… y nunca después. Lo recuerdo como algo puntual, efímero y surgido de un empuje social en mi que ellos mismos fueron capaces de hacerme entender y dejar de nuevo atrás. El caso de Pablo es uno más entre todos los casos que se dan en el mundo, con la única diferencia de que Pablo ha crecido con unas motivaciones y exigencias por encima de lo que suele hacerse. No soy un experto en este tema, pero basta con ser amateur en humanidad y tolerancia para ser capaz de entender que nos encontramos ante personas con un gran afán de amar y de integración.
Hoy me encanta volver a Boliche [mi apartamento en San Juan] y encontrarles allí cada verano. Preguntarles como va todo, su trabajo, su vida durante el invierno, contarles que yo sigo igual… y para mis adentros recordar con cariño cuando jugaba con Roberto en la pista de fútbol al Equipo A mientras él era Hannibal Smith, o recordar a Toni capaz de decirme el estadio y la ciudad origen de todos y cada uno de los equipos que militaban en 1ª, 2ª y 2ª División B de nuestro fútbol.
¡¡¡¡ ME HA ENCANTADOOOOOO !!!. En mis años (y llevo muchos) de profesor, siempre fue especial con ellos, siempre. Nunca les agradeceré suficientemente que estén ahí.
Cyranobix!
Vaya experiencia te llevas entonces amigo! La verdad es que son personas especiales, pero por lo que guardan en su corazón y son capaces de transmitir. Un abrazo!