El pasado día 1 de enero se publicó el artículo de Las mejores películas de 2021, como en años anteriores, pero ahora hemos querido dejar el listado de las mejores películas para cada la sección de cine, y de esta forma poder hablar un poco más de cada uno de los títulos que se nombran, mucho más allá de realizar un ranking. Y como es ya habitual en la revista, cada uno ha tenido la libertad de plasmarlo como ha querido.
Daniel Arana
Teniendo en cuenta la posibilidad de que algunas se me hayan escapado, por falta de tiempo o escasez de información, las siguientes diez películas, de entre todas las estrenadas en España a lo largo de 2021, son, sin duda, las que destacaría. El orden es, y sólo eso, el del propio visionado.
- El poder del perro (The Power of the Dog, Jane Campion)
Los seguidores del cine de Jane Campion sabemos que siempre puede sorprendernos. El año pasado volvió a hacerlo con esta mezcla de western y thriller psicológico sobre los cambios en el paradigma de la masculinidad, lleno de simbolismo, tensión y un sentido de la atmósfera que recuerda a las mejores obras de su iconoclasta directora. Quizá este cine no envejezca nunca porque, sencillamente, no tiene edad.
- Cry Macho (Ibíd., Clint Eastwood)
El último Eastwood –quién sabe si en más de un sentido- es una de sus pocas obras maestras en esta década, un ejercicio de redención a modo de cuento de hadas que alumbra el clasicismo elegíaco de su director y actor. Imprescindible, además, como cierre de esa suerte de trilogía que empezó con Gran Torino y continuó con Mula. No se la pierdan, porque Bronco Billy está de vuelta.
- El contador de cartas (The card counter, Paul Schrader)
A través de una dirección silenciosa y sencilla, Schrader y Alexander Dynan, su director de fotografía, mantienen el control de este ejercicio extraordinario. Schrader, maestro de la moral sórdida y el cinismo calvinista, presenta uno de sus prototípicos y más adecuados escenarios: un hombre desencantado, desarticulado, que busca la salvación en los lugares más equivocados. La última película de uno de los grandes popes de la generación de los setenta tiene, además, al gran Oscar Isaac como impagable punto de apoyo.
- Una canción irlandesa (Wild mountain thyme, John Patrick Shanley)
Entre el cine de la Ealing, la Irlanda fordiana y una divertidísima teatralidad cercana al surrealismo, John Patrick Shanley nos ofrece una adaptación de su obra nominada a los Tony que sostiene un reparto exquisito –empezando por Christopher Walken y terminando por, nada menos, que Emily Blunt y Jon Hamm, que sigue interpretando a Don Draper allá donde aparece- y una rarísima sensibilidad poética, pintoresca si se quiere, pero sin duda encantadora, que solventa un uso adecuado de la fotografía de los paisajes irlandeses y un guion que se sirve de las palabras adecuadas, pronunciadas en el momento adecuado. Y, entre nosotros, una exquisita querencia por la que es una de las más bellas canciones de la música folclórica del lugar.
- Lamb (Ibíd., Valdimar Jóhannsson)
En su combinación de horror popular, drama islandés y comedia negra, la de Jóhannsson recuerda a algunos ejemplos recientes de «Nuevo Terror» como La Bruja (Robert Eggers, 2018). Una vez más, la angustia comienza cuando sabemos que entramos en terreno desconocido desde el inicio: sensación de pavor magníficamente construida, inquietud derivada del entorno y extrañas relaciones entre humanos y animales. Centrada en la actuación comprometida de Noomi Rapace, la película se abre paso con ideas inteligentes, destreza técnica y, sin duda alguna, un tono de voz único.
- El espía inglés (The Courier, Dominic Cooke)
El espíritu de Le Carré es inmortal también en esta biografía de Greville Wynne, un agente del Servicio Secreto británico, que está más cerca del mundo de un Greene o un Le Carré que de, por ejemplo, James Bond. No ya sólo por la fidelidad del guion a una historia real, sino por su tono pausado, sin aburridos estoicismos, sobre la vida de un hombre amable –extraordinaria interpretación de Benedict Cumberbatch, tal como acostumbra-, decidido a mantener a salvo la humanidad bajo amenazas reales de una Unión Soviética dispuesta a todo en su conquista del mundo. La apagadísima paleta de colores que utiliza Sean Bobbitt para fotografiar la película emula, sin estridencias, el aspecto de sus predecesoras en el género.
- The Innocents (De uskyldige, Eskil Vogt)
Con los ecos de un Henry James, un excelente uso de los primeros planos con poca profundidad de foco y la fotografía de tonos fríos de Sturla Brandth Grøvlen, esta película extraordinaria de Eskil Vogt no ofrece un comentario social concreto –lo que le hubiera hecho perder parte de su fuerza- sino que evoca un sentido universal de la infancia desde la perspectiva del niño y la forma en que los niños saben innatamente que deben guardar los secretos de los adultos en sus vidas. The Innocents mantiene su conexión con el mundo real, como una parábola sobre la delgada línea entre el bien y el mal en la que estos chicos ponen a prueba su equilibrio, como a lo largo de un estrecho arcén o una grieta en la acera. Quién sabe qué acontecimiento será el fatídico soplo de viento que los haga caer hacia un lado u otro.
- Saint Maud (Ibíd., Rose Glass)
El horror que Dreyer y otros como él nos habían mostrado a partir del fervor religioso transformado en fanatismo es la base que subyace en la narrativa de la guionista y directora británica Rose Glass. En medio, el terrible devenir, tornado en intimidad pesadillesca, de la joven Maud (Morfydd Clark) tras aceptar el oficio de cuidadora de una antigua bailarina que padece un cáncer terminal. Plagada de historia, referencias teológicas y un psicologismo que nunca parece forzado, la agonía mental de Maud y su convulso devenir en salvadora de la mujer enferma se quedará impreso en la psiquis del espectador durante mucho tiempo gracias a esta obra maestra.
- El mauritano (The Mauritanian, Kevin Macdonald)
El mejor drama judicial de la última década nos recuerda, una vez más, poniéndose en la piel de Mohamedou Slahi (Tahar Rahim), detenido en Guantánamo, que sobre la triste década del siglo XX, en especial tras los criminales atentados islamistas del 11 de septiembre, todavía se pueden contar muchas cosas y contarlas bien. No recurre Macdonald a baratos sentimentalismos o ideologizados refugios, sino a la descripción de los hechos: un sospechoso de pertenencia al terrorismo yihadista podía ser detenido y torturado a conveniencia sin que existiese prueba alguna en su contra. La abogada que da vida Jodie Foster –en, sin duda, uno de sus mejores papeles- se enfrentará al inflexible fiscal militar que interpreta Benedict Cumberbatch. Claustrofóbica, desagradable y certera en su puñetazo al poder, una película como ésta nos recuerda, además, que prevalecen las mentiras demócratas sobre un cierre de la infame base cubana de Guantánamo que nunca llegó.
- La viajante (Ibíd., Miguel Mejías)
Un imposible viaje en soledad, carreteras desoladas y remotas y un interés especial en filmar insectos son los componentes principales de esta obra maestra facturada en nuestro país y alejada de toda intencionalidad comercial. A veces nos recordará a un Erice y otras, sin embargo, deviene sencillo homenaje al cine, pero, en cualquier caso, es Ángela Boix quien sostiene, con su rotunda interpretación, esta suerte de road movie bergsoniana, cuyos otros protagonistas principales son, tan apenas, un tiempo y espacio no identificados. Llena de preguntas sin respuesta, como lo es la propia vida, su narrativa exige tiempo pero premia con variadas, riquísimas sensaciones.
María J. Gálvez Amanece Metrópolis
Una película estrenada en 2020 en el Festival de Sundance pero que no se puede ver en España hasta 2021 de forma exclusiva en la plataforma Filmin. Escrita, dirigida y producida por Robert Machoian, The Killing of Two Lovers es una película de bajo presupuesto considerada cine independiente norteamericano.
Su propuesta en 35mm y una dirección precisa e íntima, destacan junto a una edición de sonido imprescindible, que consiguen generar una atmósfera cruda, turbada y asfixiante, que te ahoga como el sonido de un leve martilleo que crece lentamente, como una realidad que se abalanza poco a poco sobre ti y de la que no puedes cambiar absolutamente nada.
Comparada con la versión independiente de la oscarizada Historia de un matrimonio, este relato está lejos de ser una versión parecida. Si bien la propuesta nace del proceso de separación de un matrimonio con hijos en crisis, el resultado y el proceso es muy diferente.
Rescato esta humilde película como muestra de un ejercicio de buen guión y buena dirección a partir de una historia sencilla y llena de matices. El director logra un drama tan real y humanizado que te obliga a traspasar continuamente la piel del personaje, para vivir de nuevo una historia que ya conoces. La empatía es la grandeza de su simpleza.
La película aporta el proceso de separación desde el punto de vista del padre, quien espera a que la mujer resuelva sus dudas mientras esta inicia una relación con otro hombre. Independientemente al debate sobre la cuestión de género, se agradece la humanización de la figura del hombre frente a la de la madre, que si bien no está deshumanizada, es la que está evidentemente en crisis en su matrimonio.
Del final de esta historia destaco una idea clave: los eventos traumáticos nos unen o nos separan para siempre de las personas que amamos. El realismo y crudeza de la escena final despierta un sentimiento que aplaca el miedo y las dudas, el trauma y el sufrimiento ajeno tienen efecto inequívoco en el curso de las relaciones humanas.
Junto a Paris, Texas, un drama minimalista que no puedo olvidar por sus matices.
Ángel González San Gregorio Amanece Metrópolis
- 1.- Madres Paralelas (Pedro Almodóvar)
- 2.- El Buen Patrón (Fernando León de Aranoa)
- 3.- El informe Auschwitz (Peter Bebjak)
- 4.- Fue la Mano De Dios (Paolo Sorrentino)
- 5.- Being the Ricardos (Aaron Sorkin)
- 6.- La Crónica Francesa (Wes Anderson)
- 7.- Cry Macho (Clint Eastwood)
- 8.- Cowboys de Filadelfia (Ricky Staub)
- 9.- Santos Criminales (Alan Taylor)
- 10.-Historia de una traición (Michael Polis)
Madres Paralelas Dos mujeres, Janis y Ana, coinciden en la habitación de un hospital donde van a dar a luz. Las dos son solteras y quedaron embarazadas accidentalmente. Las palabras que intercambian momentos antes de dar a luz crearán un vínculo muy estrecho entre las dos.
El Buen Patrón Blanco, un propietario de una empresa que fabrica balanzas espera la visita de una comisión que decidirá su destino. Sin embargo, todo parece ir en su contra. Blanco intenta resolver los problemas de sus empleados, llevándolo a hacer cosas inimaginables.
El informe Auschwitz Narra la historia real de Freddy y Valter, son dos judíos que escaparon de Auschwitz en 1944 y luchan para convencer a todos aquellos que no querían ver lo que sucedía en realidad.
Fue la mano de Dios En el Nápoles de los años 80 Fabietto tiene una gran pasión por el fútbol pero una tragedia familiar volverá su futuro incierto.
Being the Ricardos La pareja formada por Lucille y Desi atraviesa una crisis personal y profesional que pone en peligro sus prestigiosas carreras en Hollywood y el programa de televisión en el que triunfan.
La Crónica Francesa Ambientada en la redacción de un periódico de una ciudad francesa del siglo XX, en la que existen tres historias interconectadas entre sí.
Cry MachoMike Milo, una ex- estrella de rodeo y criador de caballos retirado, acepta un encargo: traer a Rafael de vuelta a casa desde México para alejarlo de su madre alcohólica.
Cowboys de FiladelfiaCole, un adolescente rebelde, es obligado a pasar el verano con su distanciado padre que pertenece a una comunidad de cowboys en Filadelfia.
Santos CriminalesPrecuela de la mítica serie «Los Soprano». Se centra en la juventud de Tony Soprano en Nueva Jersey.
Historia de una traición Obligada por los nazis a cantar a favor de su propaganda, Mildred Gillars es capturada por los estadounidenses y enviada a juicio. Su abogado James Laughlin lucha por intentar recuperar su reputación.
José Luis Márquez Núñez – Shangrila Textos Aparte
Diez películas para empezar, de las que más me gustaron, entre las muchas disfrutadas en el transcurso de un 2021 en particular rico en opciones.
- 1.-¿Qué vemos cuando miramos al cielo? (Alexandre Koberidze) Una joya del cine georgiano que recupera, retoma la mirada, el poder de la fábula anclada a la fe de maravilla por el milagro del cine, en el ritmo vital, sea a partir de la caligrafía del cine silente o conforme a las rutas del azar ya atisbadas por Iosseliani…
- 2.- ¡Al abordaje!, (Guillaume Brac)
- 3.- Un mundo flotante (Jean-Claude Rousseau)
- 4.- Lamb (Valdimar Johannson)
- 5.- El poder del perro (Jane Campion)
- 6.- Nitram (Justin Kurzel)
- 7.- Petite maman (Céline Sciamma)
- 8.- El pecado (Andrei Konchalovski)
- 9.- Moon, 66 preguntas (Jacqueline Lentzou)
- 10.- Nunca volverá a nevar (Malgorzata Szumowska y Michal Englert)
Susana Peral –La Estrategia Del Caracol
Como cada año, mucho cine pendiente de ver, pero con el tiempo se aprende que lo importante es disfrutar de lo visionado. Puede que mi listado no incluya las películas con mejor técnica o superproducción, o sí, siempre necesito que el poso del trabajo que veo se desplace al músculo del corazón, haciendo de lo pequeño algo grande en emoción: «Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta». Orson Welles.
- 1.- La danza de los mundos (JJ Machuca)
- 2.- Petite Maman (Céline Sciamma)
- 3.- La ruleta de la fortuna y la fantasía (Ryusuke Hamaguchi)
- 4.- Annette (Leos Carax)
- 5.- El ombligo de Guie’dani (Xavi Sala)
- 6.- Rizi(Days) (Tsai Ming-liang)
- 7.- Nueve Sevillas (Gonzálo García Pelayo)
- 8.- Una niña (Sébastien Lifshitz)
- 9.- Mía y Moi (Borja de la Vega)
- 10.- Un cielo impasible (David Varela Álvarez)
Después de ver mi listado, veo claramente que he ido a elegir, o me han elegido, títulos donde la sencillez es el fondo y en la mayoría la forma, pero por esto menos puede funcionar como más.
La danza de los mundos me atrajo desde el primer momento, bien es verdad que primero escuché su banda sonora cautivándome, pero ya al fusionarse con las imágenes, con ese sentido de poner el dedo en la llaga en tantos temas que hoy día se deberían tratar a debate, aunque se diga que ya se hace, me ha hecho definirla como mi top. «Comencé a hacerlo con un hilo musical, pero ahí surgió el que fuera haciendo un guion, que me llevo casi siete meses, y que finalmente se ha visto arropado por noventa colaboradores, que me han ayudado y me han aportado llegar a la precisión de lo que quería contar, porque de otra manera era imposible conseguir imágenes de microscopía o del mundo submarino, por ejemplo» JJ MACHUCA
Tan sencilla como redonda es Petite Maman de Céline Sciamma, una película que nos regala 72 minutos de serenidad y de posicionamiento ante la cámara que observa desde un plano cercano, pero al mismo tiempo lejano, como si de un observador se tratase, una historia sencilla donde las generaciones, el pasado y las herencias son parte de los protagonistas.
Un cine hecho con mimo y con las suturas de las rupturas emocionales que hay en cada historia. No queda exento en la primera y en la segunda historia el recelo y la necesidad de resarcirse de lo que le ha influido a alguno de los personajes, y ahí es donde se muestra la fragilidad y los dobleces de cada personaje y la manipulación del ser humano. El tercero tiene una evocación distinta, más nostálgica, mostrando la soledad de las dos protagonistas que buscan su espacio por medio de los recuerdos.
Annette es las diez películas la más potente en cuanto a su conjunto, aunque por momentos afloje la conectividad conmigo y por eso no está en otra posición. Una disección del amor, de los cambios y de los afectos en cada nivel de parentesco. Una búsqueda de aceptación de los cambios.
Aunque a priori pueda parecer que el clasismo, el racismo, la reivindicación de la persona y la autoestima puede ser la base principal, no hay que dejar de lado que todo eso no se completaría del todo en un relato sino fuera porque la búsqueda de la felicidad y de uno mismo está en cada paso que la joven hace y reivindica, como persona única y como pueblo.
Es cautivadora por su análisis personal de cada protagonista, sin entrar en detalles, pero sin dejar nada de lado, solo la normalidad de las situaciones en las que se encuentran, planos más o menos largos, más o menos cercanos, pero todos intensos. Todo ello está recreado con el sonido ambiente para dar más verdad a las historias, no hay necesidad de nada externo, incluso no hay diálogos, breves y tan concisos que pasan desapercibidos, porque el director ya ha conseguido que el espectador esté completamente hipnotizado por sus planos, por sus protagonistas que transitan con lentitud, con calma para encontrarse a sí mismos.
García Pelayo crea dos ambientes en Nueve Sevillas, el que refleja la música en Sevilla y todo lo que rodea a ese arte, y el propio rodaje de la película, el por qué y el cómo se realiza esa película. El director vuelve a hacer un homenaje a los creadores, a todas las vertientes creativas.
Pudor como espectadora al ver una película que rebosa tanta verdad como sufrimiento, que llega desde las situaciones que deberían ser más habituales y normales, pero que se antojan para muchas personas todo un camino de piedras para conseguir ser quiénes sienten ser. Enfrentarse a la violencia por parte de la protagonista ante una sociedad clasista está en cada secuencia. Pero no es una violencia física, es mucho más psicológica que a su temprana edad es mucho más doloroso, porque el no entender las reacciones de la gente externa a su casa es todo uno.
Mía y Moi es una gran ópera prima que habla de las dependencias emocionales, de enfrentarse a la realidad contra marea. Un ejercicio de mirarse al espejo para saber dónde están las fisuras de la personalidad de uno mismo, aquí de dos hermanos, de dos personajes que conllevan una carga emocional desde la infancia.
David Varela con este documental, un cielo impasible nos da todo un optimismo
Diego Rodríguez – Cylcultural y La cisterniga digital
El Saab 900 es un coche que se dejó de fabricar a finales del siglo pasado. En uno de estos coches inmortales, los protagonistas de Drive My Car circulan por una carretera desierta rodeados de nieve por todos lados… de repente el sonido desaparece y la pantalla se queda en silencio. Mientras observo a los protagonistas avanzar en ausencia de sonido alguno, pienso… ¿será un error de la copia proyectada? Solo después de un rato me doy cuenta de que es algo intencionado. Emocionado emito un leve ¡What the Fuck! Y es en ese preciso momento cuando me doy cuenta de que estoy ante la mejor película que he visto en años. Su título: DRIVE MY CAR. Sólo por descubrir esta película, este 2021 ya habría valido la pena. Si además le añades otra joya de Hamaguchi, una maravilla de Schrader y la mejor peli del universo Marvel, ya estaríamos ante un año de gran cine.
- 1.- Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)
- 2.- El contador de cartas (Paul Schrader)
- 3.- Le Quai de Ouistreham (Emmanuel Carrère)
- 4.- La ruleta de la fortuna y la fantasía (Ryusuke Hamaguchi)
- 5.- Titane (Julia Ducournau)
- 6.- No mires arriba (Adam McKay)
- 7.- Boiling Point (Philip Barantini)
- 8.- El buen patrón (Fernando León de Aranoa
- 9.- Spider-Man: No Way Home (Jon Watts)
- 10.- The Wolf of Snow Hollow (Jim Cummi)