La próxima piel es de esas pequeñas grandes revelaciones que nos ha dado el 2016 en el cine español. Un cine que con frecuencia nos sorprende y agrada sin tener que llegar a tener que ver grandes producciones ni visitar otras nacionalidades cinéfilas.
Isaki Lacuesta vuelve a su pincelada más humana, a su perfil mucho más brillante y dinámico donde la persona es totalmente protagonista y eje principal de la película, y lo hace no solo junto con Isa Campo como guionista sino que también ella pasa al bando de la dirección, a ocupar butaca para poner no solo su letra en La próxima piel, también imprime su mirada y ello se nota.
La próxima piel está impregnada de humanidad, de sigilo, de búsqueda, de reconciliación a la par que se recrea en un ambiente oscuro, con grietas, donde las medias mentiras esconden casi verdades enteras, que cada espectador desenvolverá lentamente con el buen trazo de un thriller, tanto en fondo como en su total ambientación, y por supuesto interpretación.
Ocho años atrás un niño desapareció, ahora ya en su vida adolescente reaparece cuando todos ya le daban por muerto. Vuelve a su familia, a sus costumbres, pero también a la obligación de reafirmarse como él mismo, para que esa sombra de impostor, que sobrevuela por su larga ausencia, no le caiga en todo momento.
Los personajes de Alex Monner y Emma Suarez se construyen y se sustentan en la necesidad de creer en el contrario, en la necesidad de querer y ser querido, en el paso de olvidar y generar una nueva vida a partir de ese día, sin necesidad de saber nada de ese intervalo de tiempo perdido. No hay preguntas directas, solo respuestas que se van soltando con el paso del tiempo y con la dinámica de la posibilidad de tornar en cualquier derrotero.
Un thriller emocional que recorre cada uno de los personajes con sus luces, sus sombras y sus secretos, y cuya verdad no será siempre ni la deseada ni la esperada. Una historia sin fisuras, sin esconder los pliegues existentes en cada rescoldo que quedó, pero que no se habla ni menciona para no avasallar lo que pudiera suceder.
Todo el desarrollo de La próxima piel se recrea con sutilidad, con mirada sensible, con posos de anhelos, y sobre todo con el toque de la incertidumbre de saber si lo que se nos muestra son las únicas pistas para deshilar la madeja interna de la trama o hay que echarle un poquito más de nuestra propia imaginación e interpretación personal. No hay ni una sola imagen o conversación que no contenga algo especial en sí, todo es necesario, no se puede desechar nada para comprender toda la trama. Desde el personaje principal hasta cualquiera de los secundarios, cada uno posee su propia función y su mensaje.
Otro personaje más es la ambientación y los espacios donde se recrea la película, una espectacular fotografía que hace que los parajes se fusionen con los actores, con la música y con los diálogos, imágenes frías cuando el ambiente lo requiere, espacios más abiertos cuando hay necesidad de búsqueda de verdad y libertad. Y por supuesto, un toque de oscuridad para que el thriller tenga la consistencia necesaria, para no salir de ese contexto pero al mismo tiempo perdernos en la verdadera historia de los protagonistas principales, la necesidad de tener y creer.
La duda es el arma arrojadiza que han utilizado los tres guionistas, Isaki Lacuesta, Isa Campos y Fran Araujo, con la que con agudeza han ido tejiendo una tela de araña donde el espectador se ve inmerso desde los primeros instantes. Es un guion zigzagueante que compone un puzle donde cada pieza es elemental para poder interpretar todas las señalas que nos lanzan.
Alex Monner nos regala una gran interpretación junto con ya artistas consagrados como son Emma Suárez y Sergi López. El joven actor, que ya destacó en la serie televisiva Pulseras Rojas, esconde todo su papel tras su mirada, en su forma de trasmitir casi sin hablar. Lo hace con el resto de los personajes, pero especialmente con el que interpreta Emma Suárez, ambos se apoyan en el contrario para elevar el nivel de su papel interpretativo y realzar los puntos fuertes que cada uno posee.
Alex y Emma nos invitan con su interpretación, y con lo que llevan a sus espaldas por los guionistas, a un debate sobre la necesidad de un referente materno y paterno, y por supuesto de la capacidad de ejercer el mismo papel. En definitiva la necesidad de amar, mucho más allá de los lazos de sangre.
La próxima piel ha ido recogiendo muchos premios allí por donde ha pasado, su calidad ha hecho que sea recompensada. En todo su conjunto narrativo se encuentra el poder de convicción ante el espectador, en entregar en pequeñas dosis el germen propio de un thriller bien contado y dibujado.
Ficha técnica
[…] de la sección de cine estarán propuestas dirigidas por mujeres como La próxima piel que obtuvo su mayor reconocimiento en el pasado Festival de Málaga, dirigida por Isa Campo e […]
[…] donde vuelve a contar en guion con Isa Campo y Fran Araújo como en su anterior trabajo La propera pell, y estando también la película dentro de la sección oficial junto con El silencio de los otros […]