La superficie se mueve, claro que se mueve -querámoslo o no- , y cada uno puede ser raíz, agua libre o un inútil pedrusco que entorpece los caminos.
La protagonista de la cita de hoy es Rosa María Artal, que algunos conoceréis seguramente por el programa de TVE, «Informe Semanal» siendo una de las reporteras del mismo. Escribe para El País y para Público y, además, ha publicado seis libros. Si queréis ampliar información sobre ella aquí lo podréis hacer.
Esta frase me gustó al igual que la entrada de dónde la he obtenido (de su blog «El Periscopio»). La cita de hoy, lo que creo que nos quiere decir es que existen tres tipos de formas de ser. Algunas personas amargan la existencia a los demás (pedruscos), otras son de carácter estático y apenas cambian (raíz) y algunas otras son libres (agua libre), limitándose en pocos sentidos y que no pertenecen a nada ni a nadie de forma inamovible y absoluta. Y estas opciones, bajo un contexto que siempre está en continuo movimiento así que, podemos variar de posiciones según esa movilidad. Pero, lo único que no entiendo ni entenderé es que existan personas que se vanaglorien de ser pedruscos porque no aportan nada positivo. Sin embargo, las otras dos opciones sólo son formas de entender la vida y de ser, totalmente respetables, nada que objetar, ya que no pretenden ser negativas para los demás.
Si nos pusiéramos en faena, podríamos determinar con nombres y apellidos qué personas pueden estar clasificadas (si es que se pueden clasificar a las personas) en alguna de esas tres opciones. Pero eso es de carácter muy personal. Lo que sí podemos es etiquetar como «pedruscos» a algunas personas u acciones de carácter general, y lo vamos a hacer. Demagogia barata visual, sí, pero no deja lugar a dudas que no es «positivo» para nadie. La sociedad está cambiando, el contexto, estamos en movimiento pero el Estado, sus instituciones, el gobierno… están empezando a representar pedruscos que echan raíces, muy explícitamente ambas cosas (y en la Comunidad Valenciana más acusadamente).