Hoy llego un poco tarde a la cita con vosotr@s mis lectores, y os pido disculpas por ello. La vida de una MIR es ajetreada y esta semana no he llegado a casa ni un día antes de las 8 de la tarde. Apurando al máximo, os dejo mi aportación de esta semana. Son 2 imágenes sencillas y unas cuantas ideas sobre las urgencias.
¿Qué es una urgencia? ¿Lo tenéis claro? ¿En qué se diferencia de una emergencia? ¿Y de una consulta médica?
¿Cuándo debo acudir a urgencias? Manual del Usuario
Muy probablemente ya habías visto esta viñeta. Está escrita en clave de humor pero el mensaje es clarísimo y muy cierto. La siguiente es menos divertida, pero va directa al grano…
Emergencia, Urgencia o Consulta, that’s the question...
Y así es. Los servicios de urgencia hospitalarios están para situaciones graves, que aunque parezca mentira, CUALQUIER PERSONA sabe discriminar. Lo realmente grave es muy llamativo y lo que no lo es tanto (como el dolor en el pecho que puede producir un infarto) normalmente viene acompañado de algo que sí lo es (en el caso del infarto, palidez y sudoración intensa, mareo importante….) o se ha informado suficientemente desde los equipos médicos y medios de comunicación como para que se sepa diferenciar.
La otra situación en la que es comprensible acudir a las urgencias hospitalarias, es cuando ocurre algo muy llamativo que aunque no es grave, e incluso puede ser banal, la gente cree que puede correr peligro su vida o su integridad física de forma irreversible precisamente por lo llamativos que con los síntomas. Pasa con algunos síncopes (pérdidas de conciencia), crisis de ansiedad, ojos rojos, bultos que salen… en fin. Ante cualquier cosa que pase de un momento a otro y se tenga la impresión de que puede ser grave, es recomendable acudir a urgencias para que profesionales puedan descartar o confirmar. Eso sí, si son cosas que pasan a lo largo de varios días y no empeoran de forma súbita o en poco tiempo, no estaría nada mal preguntar primero al médico de atención primaria, que si lleva unos días, meses, o incluso años, las urgencias no son el sitio idóneo para consultarlo por primera vez. De verdad.
También se puede considerar una urgencia el dolor intenso. Vale que muchos dolores no ponen en peligro la vida y de nuevo son cosas que todo el mundo sabe que no le va a matar (el de un flemón, por ejemplo, o el de un cólico renal). Pero desde luego no le deseo a nadie tener que soportar ni si quiera unas horas el dolor tan importante que pueden producir algunas enfermedades no graves. Aun así, tengo que decir que el hospital no es el único sitio donde hay personal sanitario cualificado para atender urgencias. En todas las ciudades y pueblos grandecitos hay al menos un centro de salud que abre 24h. En éstos, además de ser atendidos mucho antes muy probablemente, tienen analgésicos potentes que se pueden poner inyectados y te quitan el dolor exactamente igual. Además sabrán perfectamente discriminar si se precisa derivación hospitalaria o se puede un@ volver a su casa tan estupendamente.
Igual diréis, todo este rollo que nos está soltando, para que no le molestemos cuando está de guardia, claro.
Y yo les diré, que de hecho, el que vengan consultas y no urgencias y emergencias a mi guardia, me sirve para aprender a manejar lo que veré en mi futuro cuando trabaje en un centro de salud. Cuanta más gente vea, y manejándome en principio con lo aparentemente fácil, más aprenderé, más manejo cogeré y más fácil me será diferenciar lo grave de lo banal. Para mi formación como MIR de primer curso (que antes no ha manejado jamás a pacientes solita), la mala utilización de los recursos sanitarios viene de perlas. Por eso está así montado el sistema, y por eso, lo más probable si usted acude a un servicio hospitalario de urgencias con una consulta (que no urgencia o emergencia) es que le vea una pipiola como yo, una novatilla. Siempre supervisada, es verdad, y por todo lo que he comentado, con suficiente formación como para manejar la consulta que traiga simplemente con algo de ayuda de gente más experimentada.
Las verdaderas razones para que usted no acuda a las urgencias de un hospital con una consulta podrían ser:
1) Que los y las profesionales estarán disponibles cuando llegue una urgencia o emergencia para actuar de forma inmediata (nadie tendrá las manos ocupadas con pacientes que podrían esperar).
2) Que se llevaría menos pruebas complementarias «por si acaso» o «ya que está aquí» que aunque no se lo crea ya le digo yo que no son nada inocuas las intervenciones que hacemos en los hospitales.
3) Que perdería muchísimo menos su tiempo y ganaría en salud (que el estrés de pasarse horas y horas en las urgencias, sin comer, sin moverte de la silla, con una aguja en el brazo y rodeada de gente enferma, es un plus oigan)
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Y se pueden poner unas cuantas más, seguro.
Para terminar y no daros más la chapa, 1 idea clave:
En los centros de salud se atienden urgencias, y hay profesionales cualificados para decidir si derivar o no al hospital. Nunca es una pérdida de tiempo si no se tiene claro si lo que se padece es grave o no, porque se puede ganar mucho (véanse razones 2 y 3) y aumenta tremendamente la eficacia y eficiencia del sistema.
Fin de la cita 😉
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