Recién terminó la semana santa, uno de los periodos más esperados por miles de personas de todas las edades. Para muchos es tiempo de vacacionar, de disfrutar y de olvidarse del ajetreo cotidiano de las labores diarias, para otros, es el momento adecuado para encontrarse de manera espiritual con Dios a través del rezo y la penitencia.
Sin duda muchas cosas suceden en esta temporada tan esperada por muchos mexicanos. Sin embargo, para aquellos apreciables lectores de otros países que no han tenido la fortuna de visitar nuestro querido México, les traemos aquí en esta nota el por qué para muchos nacionales esta semana santa como muchas de cualquier año son tan esperadas.
México es un país multicultural, un país donde convergen diversas manifestaciones de la cultura y con un amplio sentido de religiosidad heredado de las raíces españolas que nos dejó la conquista al fusionarse con las expresiones culturales de los nativos como fueron los mexicas, mazahuas, otomíes o los propios tarascos en el actual estado de Michoacán.
Dicha fusión de culturas generó un sinfín de manifestaciones que año con año se visitan por propios y extraños, miles de turistas recorren diversas partes del país para vivir experiencias inolvidables y únicas. Entre los destinos de mayor ocupación están las playas mexicanas, los balnearios o los pueblos donde el turismo cultural y la historia se unen para dar a conocer la esencia de México.
Pero ¿qué hacer en semana santa en México? Uno de los destinos más visitados del país, donde se ha vuelto tradición recordar aquel sucedo bíblico de la muerte y pasión de Jesucristo es sin lugar a dudas Iztapalapa, la zona más poblada de la ciudad de México y que es reconocida por la representación del viacrucis que se lleva a cabo año con año en la semana santa.
Iztapalapa tiene su origen en la época prehispánica, era un antiguo barrio indígena de la cultura mexica. De acuerdo con estudios antropológicos, una vez instalado el colonialismo español y sobre todo la religión católica, el clero comenzaría a utilizar lo que la antropóloga Mariángela Rodríguez llama “teatro evangelizador” con ello, se sentarían las bases de representar danzas, cantos o escenificaciones con diversos contenidos. Sería hasta el año de 1843 que lo que hoy se reconoce a nivel mundial como el viacrucis de Iztapalapa o la pasión de Cristo de Iztapalapa, comenzaría su andar popular año con año hasta convertirse en un atractivo turístico de mayor importancia en México visitado por millones de personas.
Un ritual donde se combinan lo católico con lo prehispánico, ya que, durante la pasión de Cristo de Iztapalapa, uno de los lugares de mayor importancia es el famoso Cerro de la Estrella, espacio en el que se ubica una antigua pirámide de la cultura mexica y en donde comúnmente en aquellos tiempos se llevaba a cabo la celebración del Fuego Nuevo.
Otro destino que vale la pena visitar por las diversas actividades realizadas en semana santa es Michoacán. Comienza con la celebración de Domingo de Ramos en la población de Uruapan. En este día celebrado el 2 de abril, se lleva a cabo un famoso Tianguis Artesanal en la plaza principal uruapense, considerado el más grande de América Latina en la que concurren más de 1000 artesanos de distintos pueblos michoacanos vendiendo sus artesanías de barro, cobre, textiles, entre otros y en la que también se lleva a cabo junto con las festividades religiosas el Concurso de Indumentaria Tradicional.
La capital de Michoacán, Morelia, se viste de morado con los altares de dolores que tradicionalmente las personas colocan en sus hogares y que muestran al público local y externo, la religiosidad de la devoción a la virgen de los dolores. Durante el jueves santo, los michoacanos visitan el centro de la ciudad para comenzar a representar un pasaje bíblico, la visita de los siete templos, representando la visita de los siete lugares por los que pasó Jesucristo antes de su crucifixión a manos de los romanos.
Para concluir con las festividades de la semana santa, en muchas regiones del país el viernes santo se representa por el viacrucis, pasión y crucifixión de Jesús, estas escenificaciones se llevan durante el día, concluyendo durante la noche con la manifestación católica y ya cultural procesión del silencio. En Morelia, la procesión se lleva a cabo en punto de las siete de la noche en la que se reúnen las diferentes cofradías que componen los templos y antiguos barrios de la ciudad, vestidos de verdugos, de romanos, de fariseos o una vestimenta enfocada con el tema religioso de la cofradía a la que pertenecen, llevan cargando durante la procesión imágenes religiosas de Cristo crucificado, la Piedad de la virgen o la Virgen de la Soledad, recorren la avenida principal del centro histórico mientras que las fieles alumbran el camino con velas encendidas y la catedral se pinta de luces moradas ante la empatía del dolor que sintió María al ver a su hijo viviendo su martirio y su muerte ante la cruz.
Como ya se mencionó líneas arriba apreciable lector, si aun no conoces lo que México ofrece durante los días de la semana santa, te invito a conocer un poco de lo mucho que ofrece este país de sus tradiciones y manifestaciones de la cultura, así como del sentido religioso heredado de la fusión de culturas entre españoles e indígenas nativos. Sin duda alguna México tiene muchos destinos que ofrecer.