La normalización de la política murciana

El devenir político de las comunidades autónomas ha generado, en estas más de tres décadas, que en cada comunidad autónoma se perfile un sistema de partidos específico. En algunas de ellas podemos decir que incluso han nacido sistemas de partido hegemónico.

Uno de los lugares donde la hegemonía de un partido era más clara era la Región de Murcia. El Partido Popular había conseguido elaborar un relato que había calado en la ciudadanía, unido al hecho de que la burbuja inmobiliaria les permitía gastar a manos llenas. Cada vez que los murcianos acudían a las urnas la mayoría de los populares eran mayores y los demás partidos iban conformándose con la mera supervivencia.

Las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo quebraron, mucho más de lo esperado, el panorama de la política murciana. No sólo los populares han perdido la mayoría absoluta en la Asamblea Regional, sino que han sufrido un notable retroceso en los municipios donde su dominio era también omnímodo.

Como se puede comprobar claramente eran raros los murciano que no tuvieran un alcalde conservador, distribución que ha cambiado notablemente desde el 13 de junio (día de la constitución de los consistorios y elección de los alcaldes).

Aunque la mayoría absoluta de la población regional viven bajo alcaldes populares, más de 40% de la población tienen la posibilidad de probar otras opciones en la gestión municipal y comprobar si los miedos han hundimiento universal en el abismo que vaticinaban desde el PP y la derecha mediática se concretan.

La política necesita del dinero para desarrollarse. Ideas sin dinero que las ponga en pie solamente son constructos mentales. Los presupuestos municipales deben estar aprobados antes del comienzo del ejercicio que se identifica con el año natural, lo cual sucede normalmente pero no siempre.

Correlativamente al peso poblaciones del PP va el gasto que en casi todos los municipios presupuestaron para 2015. La distribución de quién gestiona estos presupuestos varía también significativamente tras la elección de alcaldes:

Que la tremenda deuda municipal en la que el PP ha sumido a los municipios murcianos también se ha repartido y ahora tendrán la cara dura de hacer responsables de este desatino a los nuevos gestores.