La ‘Encuesta mundial de la CSI’: vivir no es fácil

Tras la resaca de las elecciones europeas, el mapa político europeo se reconfigura. No sabemos hacia donde, pero lo que hoy nos parece normal, posiblemente mañana esté más que olvidado. Al igual que hace unos cuantos siglos la idea de Estado no existía, hoy en día es como entendemos la división del territorio muchos de nosotros y, puede que en menos tiempo del que pensamos, sucedan cambios que quizá no esperamos. En la actualidad, a los españoles al igual que en otros muchos ciudadanos de otros países, el bipartidismo es algo cotidiano, parte d nuestras vidas. Pero, también es innegable que en diversos países europeos los partidos mayoritarios son considerados, cada vez más, como un problema para dichas sociedades, y esto se ve reflejado en la ‘Encuesta mundial de la CSI‘ (.pdf).

Las siglas CSI esconden, para quien no lo sepa, la ‘Confederación Sindical Internacional’, cuyo cometido fundamental es promover y defender los derechos e intereses de los trabajadores. Pero bueno, centrémonos en la encuesta. Las preguntas fueron respondidas en 14 países que representan la mitad de la población mundial y, de las cuales se puede extraer información valiosa.

Por ejemplo, las respuestas a la siguiente pregunta:

Pregunta: En los últimos dos años, ¿considera que sus ingresos y los de su familia se han situado por encima de, por debajo de, o se han mantenido iguales al costo de la vida?

Los datos, la respuesta, demoledora: un 82% de las personas encuestadas consideran que su salario se ha estancado o se ha quedado por dejado del nivel de vida. Además, según este estudio, la mitad de la población del mundo entero considera que es imposible ahorrar bajo el nivel de ingresos con el que viven.

Si nos vamos a lo más grave, encontramos que el 10% de los encuestados no tiene para cubrir lo esencial para vivir. Es triste que en países desarrollados o subdesarrollados pero en auge, un gran porcentaje de la población sufra por mantenerse con vida.

Pregunta: ¿Cómo describiría su situación financiera?

Que el 82% piense que es imposible ahorrar y que el 10% no pueda permitirse ni lo estrictamente necesario para vivir es normal, si atendemos a los salarios mínimos establecidos en cualquier país. Aumentar los salarios no está bien visto, porque el margen del beneficio empresarial es más importante que las personas puedan vivir dignamente.

Pregunta: ¿Piensa que los salarios mínimos que se pagan en su país son suficientes para permitir a los trabajadores/as llevar una vida digna?

El 79% de de los encuestados considera que los salarios mínimos de su país son insuficientes. Es escalofriante. También lo es comprobar que la mayoría de los ciudadanos de los países desarrollados piensan que la próxima generación no encontrará un trabajo decente. Se arrebata hasta la esperanza e ilusión.

Pregunta: Al pensar en la próxima generación, ¿qué probabilidades cree que tengan de encontrar un trabajo decente?

Todos estos datos reflejan lo que muchos viven en carne propia y se concreta en la última pregunta que recojo en la entrada de hoy. Simplemente, lo de siempre, que el actual sistema político y económico está funcionando para enriquecer más a los ricos y empobrecer más aún a los pobres, en incrementar la brecha entre ambos y conduciendo a la clase media hacia el extremo pobre.

Pregunta: ¿Cree que el sistema económico (nacionalidad) favorece generalmente a los ricos, o es justo para la mayoría de (nuestro país)?

Sin la ayuda de los políticos (bipartidismo), con la puerta giratoria y los favores a grandes empresas, se postulan los gobernantes como anti-mercado, pro-monopolio y pro-desigualdad social y económica. Pero, ¿de qué sirve quejarse? ¿Acaso lo que hoy es normal mañana puede que esté casi olvidado?

Estamos en un punto en el que la evolución tecnológica y el progreso de la sociedad es tal, que el hecho de que una sola persona esté viviendo bajo condiciones de pobreza es simplemente porque aún no se ha movilizado el suficiente número de personas para cambiarlo y, porque algunos quieren que suframos un sistema artificial de escasez, innecesario y sin sentido.