El próximo día 9 de julio Cristiane Azem, coreógrafa y bailarina, estrena nuevo espectáculo, Jamsa, Ethno Dance.
El estreno será en el Centro Cultural Paco Rabal en Madrid, donde diez mujeres ahondarán mediante la danza en la vida nómada de las mujeres entre Oriente y Occidente. Un viaje por la tierra y el alma de cada cultura, donde pisan tierra para mostrarnos costumbres, emociones y evolución a la par que la tradición y cómo la vida es cíclica.
Diez mujeres, no todas profesionales, que nos trasladan por diversos escenarios. El primero el mismo en el que ensayan, en su realidad, para pasar por los campos de Europa donde la emigración es un hecho, para danzar también en la época dorada del cine egipcio, pero sacándonos de la sensualidad para relatarnos lo terrenal y lo que el alma cuenta y relata. Un mundo oriental enfocado en el siglo XIX y XX y finalmente con la cultura de Armenia.
» Considero que en el arte hay una dicotomía, entonces no creas, reflejas; lo que eres, lo que la sociedad es, el alma humana. Es un espejo, no se crea se proyecta en un telón el alma. El artista es el vehículo de esa imagen proyectada, un reflejo de la sociedad. Pero cuando creas un mundo nuevo es un paraíso artificial. Son dos cosas, un reflejo muy puro de lo que somos, tanto luminoso como oscuro, porque ambos nos hacen reaccionar. Este paraíso nuevo lo hacemos mucho en mi escuela, un mundo nuevo de sueños, de anhelos que son una utopía, y donde mostramos ciertas partes en un estado ideal. Y como decía Calderón de la Barca, los sueños, sueños son, pero al mismo tiempo también son realidad, estamos creando algo por medio de una ensoñación, porque interactúan. Es algo de ida y vuelta. «
Cristiane Azem
Así, por medio de dos horas de danza, Cristiane Azem y su compañía, enfocan a la mujer sin fronteras, sosteniendo el mundo, el suyo y de quiénes rodean su día a día. Todo centrado entre Oriente y Occidente.
Jamsa está inspirada por la poesía de Alejandra Pizarnik: «Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y tierno corazón guerrero”. Y Cristiane Azem nos recuerda otra frase de Pizarnik a colación de la danza, su forma de expresión y trasmisión de emociones: «Mucho se ha dicho de este tema abierto». Según Azem la música y la danza no cierra un tema: Nos comunicamos con el cuerpo con la visualización, pero siempre abierto, el receptor va a leer según sus vivencias, nada es de verdad ni cerrado, todo es una lectura única para cada persona.
FICHA ARTÍSTICA