«Hemos sido poco representadas y mal representadas durante mucho tiempo. Ahora necesitamos nuevas imágenes fuertes para nuestros jóvenes.» – Harmonía Rosales en la revista BuzzFeed.
¿Qué te parece?
Así es la filosofía de trabajo de Harmonía Rosales. Esta artista Afro-Cubana Americana de 33 años reside en Chicago (EEUU) y su trabajo se basa en una mezcla de pasión por la historia, el aprendizaje constante y la acción social directa.
Tomando como referentes a Miguel Ángel, Boticcelli y artistas de la cultura clásica entre otros, reparte de nuevo las cartas en este juego de la historia e historia del arte . Se podría decir que es una auéntica maestra en revelar aquello que erróneamente se nos ha ido inculcando a lo largo de tantos siglos.
¿Por qué Dios tiene que ser hombre y blanco? ¿Se han dado cuenta de que Júpiter y Jesús se parecen demasiado?
Antiguamente los maestros pintores tomaban como referencia esculturas clásicas para poder representar con forma antropomorfa al Dios del Cristianismo. Personajes con torso de atletas pero con rostro de sabios. Los dioses y diosas de la mitología usaban atributos para ser identificados/as, al igual que ocurre en la religión cristiana (una cruz, un cordero…) y una vestimenta parecía, que normalmente suele ser un paño.
«Reemplazar a los personajes masculinos blancos -los más representados- por personajes que han sido menos privilegiados y comenzar a condicionar a nuestro cerebro hacia nuevas concepciones del valor humano… Si puedo tocar a un grupo de personas a través de mi arte, entonces habré conseguido mi objetivo…»
Nuestra artista da la «vuelta a la tortilla». Su obra se basa en el pensamiento de que el orígen del ser humano es Africano, por lo tanto, la existencia de un Ser Creador no sería, ni mucho menos, de color blanco.
Estudios profundos sobre pintura pasada y técnica impecable son las dos armas más poderosas que tiene esta guerrera para crear semejantes maravillas. NO, no todo está perdido. Existen reporteras de La Otra Historia. Desaprender, desprenderse de todo, escuchar, comprender y abrir los ojos a estas realidades que nos gritan desde hace mucho mucho tiempo.