El proyecto de Marta Mansilla, Eme Eme Project, será el encargado de abrir el festival de Afro Blue en su tercera edición. La artista ha perseguido el estar en el certamen casi desde su creación y llegó el momento.
Para Marta es un placer estar en un festival de música negra, ya que por muchos motivos al final su recorrido parecía haberse encasillado solo en el circuito de jazz, cuando realmente su sonoridad va mucho más allá, el soul y el r&b tienen cabida en el disco que sacaron hace dos años, Pacemaker, y con el que han recorrido todo el panorama nacional, y siguen haciéndolo.
Me parece una propuesta de festival a todos los niveles, por ubicarme dentro de un festival que apuesta por un conjunto de músicas que no solamente son jazz, da más apertura a músicas como el blues, al R&B, a las músicas negras y de experimentación, y a parte por el sitio en el que está el enclave. Sé que la gente organizadora está poniendo mucho cariño detrás, algo muy importante, por lo que había muchas cosas que reunía Afro Blue para que quisiera estar en él, y soy muy persistente y nuestro recorrido desde el 2021 ha sido en eventos de jazz, pero nosotros queríamos una mayor apertura para entrar en el circuito de R&B, neo soul, porque está muy presente en nuestra música. Por ello me hace mucha ilusión enclavarme en un festival donde nuestra música tiene muchas referencias totales a ello.
Marta Mansilla
En Afro Blue, además de Pacemaker, aprovechará para presentar algunas canciones de su próximo trabajo, y que hay que matizar que tiene la impronta de Marta, ya que en esta ocasión las composiciones son propias mucho más allá de los arreglos. Grabamos el disco en abril, pero sólo el proceso del estudio, ahora queda la producción, el mastering… son unos procesos lentos y también teniendo en cuenta que somos un equipo grande y hay que tener en cuenta el tiempo de cada uno, somos una pequeña gran familia, y por ello el trabajo completo se presentará en 2025. Eso sí, me gusta ir abriendo boca y dejar pinceladas en los conciertos de lo que será nuestro nuevo disco, pero principalmente estaremos con Pacemaker porque además Afro Blue se interesó por ese trabajo que ya tenemos, por sus temas.
Pacemaker ha estado en más de cuarenta escenarios, y para Marta Mansilla, habiendo sido su primer trabajo de composición y de liderazgo, es todo un triunfo, en festivales como Ellas Crean, Festival de Jazz de Ibiza, FeminaJazz, Noches del Botánico…
La pandemia me dejó todo el tiempo necesario para poder dedicarme a este proyecto que tantas satisfacciones nos está dando. Al final ser independiente hace que tengas que hacerte tú todo, y eso lleva tiempo, pero también te enseña a sortear obstáculos. Sacar un proyecto adelante es un privilegio al tiempo que es una responsabilidad porque tienes que buscar fechas de conciertos y poder poner todo a rodar es muy complejo.
Marta Mansilla
Admite que durante todo el tiempo de carretera con el disco ha aprendido mucho, rodando, liderando, llevando el proyecto y ha hecho que todo se haya consolidado en la formación que tienen ahora mismo. Hemos tenido cambios, nadie permanece para siempre en un grupo, cada uno toma sus caminos, como en el caso de Virginia Alves, compositora junto a mi en Pacemaker, y de quien he aprendido mucho). Ahora el quinteto somos David Sancho en arreglos, piano y teclados, Jesús Caparrós al bajo, Rodrigo Ballesteros a la batería, At.One (voz y coros) y yo a la flauta y composición. Hay muestra de todos estos cambios en el próximo disco, pero eso ya lo iréis viendo poco a poco, creo que las composiciones tienen más madurez y son mucho más personales, en Pacemaker fue como un regalo que quería hacer a quienes tenía lejos y que realmente me ha venido devuelto y con creces.
El aliciente de esta música tan improvisada, donde parece que vas a saltar al vacío, es sentir que siempre pasan cosas nuevas y que cada directo te va dando lecciones, cada uno es distinto y eso te mantiene viva. Eso te hace estar muy en conexión y disfrutar con lo que está pasando, aunque sea el mismo tiempo nunca será igual, por eso, estos más de dos años han servido para asentar, para disfrutar y madurar, por supuesto.
Marta Mansilla