Hace poco hablábamos aquí sobre el tema de las urgencias hospitalarias, de su uso y abuso. Hoy os traigo una serie de post que han aparecido estos días en algunos de los blogs sanitarios más populares hablando precisamente sobre esto. Concretamente se debate sobre si habría que castigar económicamente a las personas que hagan un uso indebido de los servicios de urgencias. El debate no es nuevo, pero se ha reavivado tras las declaraciones recientes del presidente de la Organización Médica Colegial que podéis leer aqui.
Podría parecer que sólo caben dos posturas aquí: quienes están a favor de cobrar a quienes usen los servicios de urgencias como un consultorio, y quienes están totalmente en contra. Quizás son 2 extremos que podemos encontrar en los blogs de Mónica Lalanda por un lado y en el de Médico Crítico por otro. Ambos post han tenido una amplia difusión en las redes sociales y en ellos hay comentarios para todos los gustos, con lo que se puede una hacer una idea de lo que se debate, los distintos puntos de vista, argumentos por un lado y por otro…
También nos introduce en la discusión el inigualable Manyez en su Salud con Cosas, y si seguimos tirando del hilo blogosférico podemos leer aportaciones sobre el tema en Salud-ando 2.0 y en REPU-NOMADA como algunos ejemplos.
Del debate cabe destacar que se discute si la medida económica es la adecuada para solucionar el problema del abuso de las urgencias, o si por el contrario solo serviría para aumentar desigualdades y convertir al médico en juez y verdugo. Se proponen soluciones alternativas que aunque mucho más laboriosas, probablemente serían mucho más efectivas y justas, como la educación sanitaria y la potenciación (pero de verdad) de los servicios de atención primaria.
Quienes trabajamos en urgencias tenemos quizás una perspectiva sesgada ya que el tema nos toca de cerca y lo vivimos de una forma irremediablemente personal. Todo el personal de urgencias sin excepción, tiene anécdotas sobre gente con motivos de consulta irrisorios que sinceramente le ponen a una de mala uva. Sin embargo considero que el debate que se ha establecido es muy enriquecedor y gracias a las aportaciones hechas por un@s y otr@s creo que he ampliado mi perspectiva y tenido en cuenta cosas que no veía desde mi labor asistencial. Si el contenido y el diálogo de estos debates llegaran a quienes tienen potestad de tomar decisiones en materia de presupuestos y lineas de actuación seguramente la sanción económica dejaría de ser la primera y única medida a tener en cuenta.