En un artículo publicado por El País el pasado 1 de junio, firmado por el profesor de Ética y director del Instituto de Ética Social ISE de la Universidad de Lugano, contaba como «El 28 de febrero de 2024, un chico de 14 años en Florida, se suicidó a instancias de un personaje realista de inteligencia artificial (IA) generado por Character AI, una plataforma que al parecer también alberga chatbots de IA pro anorexia que fomentan los trastornos alimentarios entre los jóvenes, Está claro que se necesitan urgentemente medidas más estrictas para proteger a los niños y jóvenes de la IA».
Según ese mismo profesor se hace necesaria una «regulación global para promover una regulación de la inteligencia artificial (IA) basada en los derechos humanos».
Si todos somos habitantes del mismo planeta y todos los problemas son de todos, no parece aceptable sentirse miembros de un solo país por lo que dichos problemas se podrán resolver más fácilmente si todos nos consideramos ciudadanos del mundo.
Se consideraron ciudadanos del mundo Albert Einstein, el científico más conocido y más popular del siglo XX, alemán de origen judío; Bertrand Russell, británico, filósofo, matemático, escritor, activista social, Premio Nobel de Literatura; Thomas Paine, intelectual inglés y revolucionario americano, autor de la frase: “Mi país es el mundo y mi religión hacer el bien”
Más recientemente, son claros defensores del concepto de ciudadanos del mundo, Marhan C. Nussbau, filósofa, galardonada con el Premio Príncipe de Asturias 2012; Jesús Mosterin, filósofo español, profesor de Investigación de Instituto de Filosofía del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas); David Held, sociólogo, catedrático de Ciencia Política de la London School of Economics.
Colaborador de David Held es Daniele Archibugi, uno de los promotores de la creación del Parlamento Mundial de elección directa, que trabaja en el Consejo Nacional de Investigación italiano en Roma y es miembro del Consejo asesor de la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, editado por el Centro de Investigación para la Paz de Madrid.
Los conceptos de ciudadanos del mundo y democracia cosmopolita obligan a sustituir los verbos confrontar y competir por los de acordar y cooperar.
Según la prensa, el Estado de Israel ha maniobrado para impedir el establecimiento de un Estado Palestino. Anteriormente algunos países, entre ellos España, han pensado en la posibilidad de reconocer el Estado Palestino.
José Luis Borges señaló que el nacionalismo «es el canalla principal de todos los males. Divide a la gente, destruye el lado bueno de naturaleza humana y conduce a la desigualdad en la distribución de las riquezas».
La realidad es que todos pertenecemos a la especie humana. Según el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros».