La Organización Mundial de la Salud deja claras algunas de las consecuencias de los cambios en el clima: el calor extremo es responsable de 175.000 muertes al año solo en Europa.
Además, los patrones climáticos se vuelven erráticos con olas de calor en primavera, olas de frio en otoño y límites difusos entre una estación y otra. Según los medios de comunicación el año 2024 se convirtió en uno de los más cálidos y fue el primero en superar 1,5 grados por encima de los límites preindustriales.
En el Mediterráneo, en el sur de Estados Unidos o en algunas partes de Asia, donde el clima ya es cálido, el aumento de temperaturas puede provocar «veranos mucho más secos, largos y extremos», con un fuerte impacto en los cultivos, incendios forestales y la salud pública según dicen los científicos.
En zonas más frías, como el norte de Europa o Canadá, el estiramiento del verano podría traer inicialmente condiciones más favorables para la agricultura, con más días de sol, mejores cosechas e inviernos menos hostiles; «aunque también con riesgos de nuevas plagas, sequías o incendios forestales más virulentos», subrayan los científicos
En el caso de España varios expertos coinciden en que el panorama es preocupante. Más del 70% del territorio español es susceptible de sufrir desertificación y, según las estadísticas oficiales del Inventario Nacional de Erosión de Suelos, cada año se pierden por erosión más de 500 millones de toneladas de tierra fértil engullidas por el viento, arrastradas por el agua o simplemente calcinadas por el sol. Los datos apuntan a que más de un tercio de la superficie española soporta erosiones que se califican como «graves o muy graves».
Se han celebrado un total de 29 cumbres anuales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y hay multitud de acuerdos, convenios, estrategias y protocolos que describen este escenario, además de miles de artículos científicos.
Nos hemos reído del Acuerdo de París de 2015. Han pasado 10 años y hemos avanzado poco. ¿Se puede decir que a los Gobiernos no les gusta tomar medidas basadas en la ciencia?
Me ha parecido oportuno escribir sobre las consecuencias del cambio de clima para que seamos conscientes de la importancia que tiene este tema para poder seguir viviendo en nuestro hogar, el planeta Tierra. Se explica así que en la Agenda 2030, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 sea: «adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos».
Debo recordar que el 25 de septiembre de 2015 los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030. Esta Agenda diseña un plan para el futuro y establece la necesidad del cambio de rumbo hacia un mundo sostenible.