Hace ya algo más de una semana que el BCE de la mano de Mario Draghi anuncio una nueva bajada de los tipos de interés del 0.25% (tipo de interés vigente desde el 29/11/2013) al 0.15%. Se trata de un nuevo mínimo histórico y aunque el propio Mario Draghi haya asegurado que con esta nueva rebaja se haya tocado suelo, quien sabe si de aquí a pocos meses vuelvan las rebajas con el fin de activar la economía.
Esta decisión de política económica tiene unos fines bastante claros:
- Mejorar el flujo de crédito.
- Abaratamiento de las hipotecas.
- Abaratamiento de la financiación de las empresas.
- Asegurar tipos bajos durante un tiempo.
- Mejorar la demanda y tratar de apuntalar la débil recuperación económica.
- Control de la inflación.
- Frenar la escalada del euro.
Sin embargo detrás de estos fines existe una consecuencia que en muchos casos no se quiere ver y de echo hay precedentes de que no se ha querido ver. Hablamos de las Burbujas.
Las grandes empresas estan aprovechado la ocasión para pedir prestado en los mercados de capitales a través de la emisión de bonos. Pero el dinero barato no está estimulando la economía como se esperaba. Llama la atención que muchas multinacionales pueden pedir prestado dinero más barato que algunos gobiernos europeos. Muchas empresas están aprovechando para arbitrar el coste de la deuda, con su propio capital, comprando sus propias acciones.
El dinero fácil también permite comprar otras empresas, pero la verdad es que el objetivo a la hora de adquirir una empresa, suele ser obtener sinergias de costes debido a las bajas perspectivas de crecimiento futuro de las economía mundial, lo que supone más desempleo al fin y al cabo. Es evidente que si las cantidades de tesorería de las empresas, que actualmente están en máximos, se utilizan para recomprar sus propias acciones en lugar de invertir en nuevos proyectos, es que las empresas no ven atractivos retornos en las actuales economías visiblemente estancadas.
La inversión genera empleo, y el empleo, mayor consumo. La variable inversión falta en la ecuación de crecimiento, y hasta que los bancos centrales y los gobiernos no hagan políticas incentivadoras de la inversión, las economías seguirán estancadas.
La burbuja más obvia de los bajos tipos de interés, suele ser la inmobiliaria. Los bajos tipos de interés provocan subidas del precio de la vivienda que precisamente en España lo conocemos muy bien. Aunque no somos ni mucho menos el único ejemplo: Japón, Estados Unidos, Suecia, Irlanda y un largo etcétera han sufrido las consecuencias de los excesivos bajos tipos de interés, burbuja inmobiliaria y posterior explosión de la misma con las dramáticas implicaciones que tienen en la economía real, el desempleo y la quiebra de empresas y bancos.
Los tipos de interés excesivamente bajos son los causantes de las burbujas, ya que los inversores ignoran el coste de financiación y se concentran en las ganancias de capital. Con las políticas monetarias actuales de los principales bancos centrales de los países desarrollados, están fomentando la recuperación del mercado inmobiliario, por lo que la crisis actual, corre el riesgo de crear otra burbuja que nos llevará a otra crisis. De hecho, si para salir de la crisis se incentiva volver al mismo escenario que la provocó, se hace difícil esperar la normalización de la política monetaria. Solo un repunte significativo de la inflación haría cambiar las políticas monetarias globales, y la inflación, sin crecimiento, es complicado que repunte.
Pero lo más grave de la situación actual de tipos de interés es que éstos, si descontamos la inflación, son negativos. Es decir, cada euro invertido a tipos de interés por debajo del 2% (la inflación media de Europa es del 1,8%), obtiene un retorno negativo, se pierde dinero real. Conviene recordar que el euribor está en el 0,5%, por lo que para obtener más rentabilidad que la inflación, hay que asumir más riesgo.
[…] aquellos años. Pretendían activar la economía de esta forma. Para el que no lo sepa, una bajada prolongada de tipos de interés provoca que el dinero de las personas, ahorrado e invertido en operaciones sin riesgo financiero, […]