Recién acaba de pasar un aniversario más de la conmemoración del inicio de la Independencia de México, en nuestro país el pasado 15 de septiembre, en toda la República Mexicana, salvo en el Estado de Sinaloa, se realizaban los preparativos para dar el grito de independencia, ese grito que una noche del 16 de septiembre el cura Miguel Hidalgo y Costilla en la comunidad de Dolores, Guanajuato, incitaba a levantarse en armas en contra del despotismo, la esclavitud y la corrupta administración de la monarquía española en la antigua Nueva España.
Así, con un fervor entre los grupos políticos y una gran alegría iniciaba una conmemoración más para recordar que hace 214 años se levantaba en armas la nación mexicana en contra de esos abusos. En ese tenor y ante el panorama que actualmente vive México en materia política y mucho más reciente en términos de una reforma al poder judicial, cabe recordar las palabras de otro personaje héroe de la lucha de independencia y con quien nacieron los principales poderes de la nueva nación, es decir, el legislativo, ejecutivo y judicial.
Este personaje de nombre José María Morelos y Pavón, prosiguió la lucha que había iniciado el cura Miguel Hidalgo, pero con un giro diferente, emitió decretos y creo un documento que sería la base primordial del México independiente, este documento se basó en la Constitución de Cádiz, en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y en los ideales de la revolución Francesa, fue el documento de mayor importancia y que se promulgaría el 14 de septiembre de 1813 ante el naciente Congreso de Chilpancingo, decretando ante ello algunos puntos fundamentales, los cuales, describiremos solamente dos de ellos que se relacionan con lo aquí plasmado:
Art. 1 – Que la América es libre e independiente de España y de otra Nación, Gobierno o Monarquía…
Art. 6 – Que los poderes Legislativo, Executivo y Judicial, estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.
(Artículos extraídos de los Sentimientos de la Nación de Morelos, 1813)
Morelos no solo estableció la creación del documento de mayor importancia en México, sino que también fue pieza fundamental para la creación del Supremo Tribunal de Justicia en la comunidad de Ario de Rosales, Michoacán. Una institución que el propio luchador social de la independencia refería “que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo proteja contra el fuerte y el arbitrario”, una frase que, a ciencia cierta, el pasado 3 de septiembre del presente año 2024 fue olvidada por los legisladores de la cámara de diputados y senadores de nuestro país.
Así pues, la nueva legislatura del gobierno federal quien es la mayoría calificada del partido dominante que es Morena, aprobó por unanimidad el decreto de reforma del poder judicial federal, una reforma que en lo superficial quiere reducir el número de magistrados al pasar de 11 a 9, se establecerá la elección popular de más e lo 1600 cargos judiciales, es decir, ministros, consejeros, jueces y magistrados pasan a ser electos por la ciudadanía; se crea el órgano e administración judicial y un tribunal de disciplina, así como también, se elegirán ministros de acuerdo al voto popular para que su duración en el cargo sea de 8, 11 o 14 años.
Con lo anterior, Morena y sus aliados, en una contienda un tanto llena de disturbios, chantajes, amenazas y hasta detenciones arbitrarias fue llevado a cabo el proceso de aprobación de la reforma y con esto, la culminación de un periodo de gobierno marcado por irregularidades, inseguridad y hasta control político de sometimiento del Ejecutivo Nacional en contra de los poderes Legislativo y ahora Judicial.
Ya para finalizar, con todo lo anterior fue que se llevó a cabo la celebración y conmemoración de esa lucha de independencia, aquella donde se plasmaron ideales importantes del principio de división de poderes y en el que cada uno tuviera la función de cuidar y velar por el interés social, donde ninguno estuviera por encima del otro; un aspecto que hoy en día fue olvidado por el gobierno en turno y donde parece que recreamos la historia a partir del sometimiento de las instituciones y el control político del Poder Ejecutivo, que cumplió al final de todo, el capricho que quería antes de dejar el cargo administrativo de Presidente de México.