El miércoles 3 de enero del corriente año, dos explosiones han sacudido Kerman -ciudad iraní- al momento de la conmemoración y cuarto aniversario del asesinato del teniente general Qassem Soleimani dejando miles de civiles heridos y otros tantos, fallecidos según el portavoz de la organización de emergencia de Irán. El mismo, fue considerado un acto terrorista por parte de las autoridades iraníes y más tarde, el Estado Islámico se atribuyó el atentado.
Cabe aclarar que el ataque surgió en un contexto de gran tensión en Oriente Próximo ya que fue perpetrado días después de la muerte del número dos de Hamás en un ataque de dron en Beirut y también debido al empeoramiento de la relación con Estados Unidos luego del asesinato de Soleimani – figura importante iraní en su campaña por expulsar las fuerzas estadounidenses -.
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Actualmente, la tensión entre Irán e Israel, con su aliado Estados Unidos ha escalado debido a la ofensiva de Israel contra Hamás en Gaza. Además, a inicios del 2024 el presidente de Irán, Ebrahim Raisi le hizo una dura advertencia a Israel por el ataque aéreo que terminó con la vida de Razi Moussavi -ex alto mando de la Guardia Revolucionaria iraní en Siria-.
Sin embargo, la situación de Medio Oriente se ha vuelto más tensa luego del ataque con un total de 24 misiles del gobierno de Irán en contra del grupo terrorista Estado Islámico y «espías del régimen sionista (Israel)» en Irak y Siria y una fuerte agresión contra un grupo extremista suní Yeish al Adl en Pakistán con el objetivo de «vengar» a las víctimas del atentado del pasado 3 de enero. Así pues, la ofensiva fue desplegada contra objetivos «antiiraníes» .
En respuesta a los ataques, el Gobierno de Irán negó que los mismos hubieran estado dirigidos contra blancos Anti iraníes como alega el gobierno de Irak, sin embargo, el gobierno Iraquí presentará el debido reclamo ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Cabe aclarar que Irak es un país atravesado por el conflicto y aunque es un importante aliado de Irán, también es socio de Estados Unidos.
Por otro lado, otro actor del conflicto es Turquía ya que recientemente ha lanzado un ataque contra militantes kurdos en Irak y Siria – país sumido en una guerra civil desde 2013 – en respuesta al ataque a la base miliar turca en Irak que terminó con la vida de 9 soldados.
Con todo lo dicho anteriormente, Medio Oriente no deja de ser un escenario de caos y violencia constante, donde diferencias tanto religiosas como políticas quebrantan las fronteras físicas e ideológicas.
Entonces Washington continúa recurriendo a su viejo manual, sin embargo, este enfoque ha producido un círculo vicioso y violento en la región al comprometerse con la raíz de la inestabilidad regional. Por lo tanto, es necesario que la comunidad internacional actúe de manera conjunta a fin de promover políticas duraderas en la región.