David Garrick fue uno de los grandes del teatro inglés del siglo XVIII. Actor, dramaturgo, poeta, director, productor, consiguió ser el primer actor enterrado en la Abadía de Westminster, en el rincón de los poetas, cerca de Shakespeare, a quien tantas veces adaptó sobre el escenario.
Se creó una leyendo poética alrededor de este personaje, que no he conseguido localizar con la fuente exacta esta noche calurosa de agosto (Google es infalible), a partir de un poema de Juan de Dios de Peza, intelectual mexicano de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, de orientación romántica y tendencia liberal, en el que retrata la historia del payaso triste, del cómico a quien todos quieren escuchar como terapia a los problemas de la rutina, pero que no es feliz. ¿Quién anima al payaso? El poema habla por sí solo. Un paciente entra en la consulta de un médico para contarle su estado ánimo. ¿Ha probado usted enamorarse? –Tengo mujer y dos hijos. ¿Y viajar, le gusta viajar? Acabo de recorrer Italia con mi compañía de teatro. -Vaya, pues le recomiendo que esta noche vaya a ver actuar a David Garrick, que está en la ciudad, cuentan que reír funciona. –Doctor, David Garrick soy yo.
Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra,
el pueblo al aplaudirlo le decía:
Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz.
Y el cómico reía.Víctimas del spleen los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.Una vez ante un médico famoso,
llegose un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.-Viajad y os distaeréis. -Tanto he viajado
-Las lecturas buscad -Tanto he leido-
Que os ame una mujer – ¡Si soy amado!
-Un título adquirid -Noble he nacido.¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas
– ¿De lisonjas gustáis ? – ¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?…-Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?… -Mucho, mucho.¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
– Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.-Me deja- agrega el médico -perplejo
vuestro mal, y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrick podéis curaros.-¿A Garrick ? -Sí, a Garrick…La más remisa
y austera sociedad lo busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa !-Y a mí me hará reir?-Ah, sí, os lo juro !;
él, sí, nada más él…Mas qué os inquieta?…
-Así -dijo el enfermo -no me curo:
¡Yo soy Garrick ! Cambiádme la receta.¡Cúantos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reir como el autor suicida
sin encontrar para su mal remedio!¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!..
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro rie!Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestras plantas pisa
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.El carnaval del mundo engaña tanto;
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.
El tópico ha tenido grandes representaciones a lo largo del siglo XX. La inolvidable historia de Gelsomina y Zampanó en La strada, dos artistas ambulantes en la Italia de posguerra, dirigida por Fellini en 1954, que también homenajeó a los payasos a lo largo de su carrera, pero sobre todo en I clowns, la historia de un grupo de payasos buscavidas.
Uno de los espectáculos más destacados del grupo español Tricicle es precisamente un homenaje a David Garrick con su mímica característica. En Garrick, los cómicos reconocen al actor inglés como el primer “risoterapeuta” de la historia, y conforman una serie de escenas desternillantes que ahondan en la problemática del payaso triste.
La historia, real o inventada, simboliza a las mil maravillas la doble cara del actor, capaz de transformar sus sentimientos, de mimetizar sensaciones y de transmitir ficciones arriba del escenario, y como en la canción de Los secretos, cómo explicar, que me vuelvo vulgar, al bajarme de cada escenario.
Esta semana se marchaba Robin Williams a un lugar mejor, cansado de la depresión, las deudas, el alcoholismo o el parkinson. Cansado. Sobre todo cansado. Y aún hoy resulta difícil imaginar al cómico con una depresión capaz de llevarse la vida. Al mismo doctor Pacht Adams, a Mrs. Doubtfire, al Peter Pan de Hook, al prota de Jumanji, o mi preferida, la voz del genio de la lámpara en Aladdin. Las comedias de un cómico que recibió el reconocimiento por las tragedias, El indomable Will Hunting y el mítico profesor de literatura en El club de los poetas muertos.
Recordaba estos días varias escenas de esa película capaz de deslumbrar a un joven adolescente lleno de mitologías hace ya algunos años, cuando era fácil comprar el carpe diem y no esperar a mañana. Facebook y twitter han compartido a millones el Oh Capitán, mi Capitán del poema que Walt Whitman escribió en recuerdo de Abraham Lincoln tras su asesinato en 1865 de la escena final de El Club de los poetas muertos, cuando John Keating, ese profesor de literatura de palabras revolucionarias, recoge sus bártulos y es expulsado de la clase. Casi en la puerta, dispuesto al último viaje, sus alumnos se ponen de pie encima de sus pupitres al grito de Oh Capitán, mi capitán. La sonrisa triste de Robin Williams buscaba un consuelo que nunca llegó. Atravesó la puerta con la tristeza del payaso, la misma puta tristeza que le impidió seguir luchando.
Excelente artículo! Llegué aquí buscando la historia de Garrick! Muy buena revista online.
Igual, buscaba la historia de Garrik porque recordé que mi madre lo recitaba y he encontrado una excelente reseña. Muchas gracias.
Un artículo muy interesante. He recitado toda mi vida el poema de Juan de Dios Peza a Garrick y no he encontrado de dónde se motivó el. Fue una historia que el vio? Se la contó el propio Garrick ?..Me quedo con la incógnita. Luego de recitar toda mi vida ese poema, muchas veces con lágrimas, otra con rabia, ahora creo que no es bueno reír llorando sino el reto es reír cuando quieres llorar.
[…] Cultural Studies [15/08/2014] Amanece Metrópolis […]
Llegue hasta aqui tratando de identficar la supuesta tristeza de Garrick
Aunque no he logrado la meta, me allegro de lo aprendido
Aparentemente Garrick tuvo in hijo que fallecio, aunque no he logrado validar esa informacion.
Cristobal Jimenez Gonzalez
Hola. Nos alegra que haya sido de tu agrado el texto. Nosotros también tenemos esa pista sobre el hijo, pero no más
Gracias por leernos y ojalá vuelvas por este rincón de Internet.
Un saludo.
Me ha gustado mucho encontrarme con la historia. Desde hace más de 50 años recito estos versos de Garrik en pequeñas reuniones. Había leído algunas cosas salteadas, pero la posibilidad actual de recurrir a las redes, las facilidades que brindan y a personas como ustedes que trabajan para que podamos aprender más; pues , sencillamente, resulta maravilloso. Le doy muchas gracias por su trabajo queconsidero excelente.
Gracias por tus comentarios. Nos agrada que te haya gustado el texto. Seguiremos publicando artículos que puedan resultar interesantes.
Muchas gracias, un saludo.
Cómo muchos he llegado hasta aquí tratando de saber más sobre la historia de Garrick… Aquí en Uruguay este poema se inmortalizó en un tema de Jaime Ross y vocalizada por el canario Luna y siempre me pregunté si está historia tenía su trasfondo en la realidad… Muy interesante el artículo, felicitaciones y saludos desde Uruguay