Este fenómeno natural de alteraciones climáticas en realidad no solo se da en Perú. Como se sabe, es un problema global que altera los sistemas climatológicos de diversas formas en diversos países. Pero tiene su expresión algo peculiar dentro de Perú. La gran pregunta de la población es cómo se desarrollará este problema en las regiones que se verán afectadas.
Si bien El Niño se presenta cada cierto tiempo desde los tiempos inmemoriales, según los expertos esta vez se dará dentro del problema macro, se expondrá dentro de un planeta más caliente, ya alterado, y que podrá tener consecuencias impredecibles, graves daños humanos y materiales.
En Perú, el fenómeno de El Niño probablemente ocasionará lluvias intensas e inundaciones en la costa norte, y un período de sequía en el sur. Este evento, que se dará en un contexto de cambio climático, elevará la vulnerabilidad que cuenta nuestro país para la prevención y reducción de daños de los desastres. Si bien este fenómeno globalmente ya empezó, según los expertos, tendrá mayor impacto en nuestro país en los dos últimos meses de este año y en los primeros meses del 2024.
Aún no sabemos con certeza si este fenómeno climatológico será fuerte, moderado o débil, pero está claro que causará estragos en muchos sectores: pesca, transporte, salud, agricultura y vivienda. Entonces, si no se toma con mucha cautela, una planificación eficiente para mitigarlo es de pronosticar que causará graves daños. Los expertos indican que se debería estar en alerta, el aumento significativo de las temperaturas del Océano Pacífico preocupa a diferentes sectores y se cree que con el calentamiento global presenta al escenario aún más impredecible o complejo.
El tiempo se agota y hasta hoy nada concreto
Sobre todo, las poblaciones rodeadas de la pobreza y de quienes se encuentran al interior de Perú, los que viven en zonas rurales con alta tasa de actividades agropecuarias, no están siendo vistos como debería de ser, pese a que este fenómeno repercute negativamente en el sector agropecuario generando variaciones en la producción de algunos cultivos, disminución del agua de los ríos, incremento de incendios forestales; y los racionamientos de agua en el agro, consumo animal y humano.
¿Hemos aprendido las lecciones y que los gobiernos están preparados? Según una voz autorizada sobre estudios del fenómeno de El Niño,no hemos aprendido nada. Es imprescindible contar con protocolos bien definidos, que las autoridades monitoreen efectivamente ante un nuevo evento que puede pasar sobre la base de las experiencias, porque el problema es recurrente.
En el tiempo que nos queda en Perú, se deberían “tomarse acciones paliativas de contingencias lo más pronto posible. También es necesario desburocratizar el sistema estatal para asignar con rapidez los recursos necesarios para obras de prevención, además de organizar reuniones de coordinación entre sectores, como agricultura, economía, transporte, salud y pesquería”.
La propuesta de desburocratizar el sistema estatal es lo más primordial. Según las experiencias históricas, en los momentos cruciales de hacer llegar el apoyo estatal a las poblaciones afectadas cuando ocurre eventos de desastres naturales, se presentan una serie de situaciones difíciles que impiden prestar atenciones inmediatas. Por ello, urge desburocratizar el sistema de la administración estatal para que la gestión del Estado sea ágil, inmediata y simplificada.
En Perú, en el norte, requerimos trabajar en planes de contingencia de largo plazo, con un sostenido proceso de sensibilización a la población y designación de recursos suficientes. Que conlleve una sociedad organizada que inicie con la preparación desde casa y luego a nivel vecinal; enlazando o sintonizando con las medidas previstas de los gobiernos locales, regionales y central. El proceso de sensibilización debería extraer lecciones históricas de las pérdidas materiales y humanos durante anteriores desastres.
¿Cómo pasará este fenómeno?
Es muy complicado prever la magnitud de daños de un fenómeno natural. Según opiniones de especialistas, se cree que es un Niño típico que no alcanzará niveles de 1997 ni de 1982. Sin embargo, esta es una percepción de lo que se está viendo hasta ahora. Lo que sucederá en concreto es el calentamiento del mar con caracteres de El Niño mediano. Pero, prever el impacto de las lluvias es muy complicado. Aún estamos con incertidumbre.
En términos generales, lo que sucede con un Niño tradicional es aumentar (más de lo normal) las lluvias aproximadamente desde noviembre hasta mayo del siguiente año, para el norte de Perú, la costa de Ecuador y el sur de Colombia. En cambio, hay menos lluvias en el norte de Colombia, Venezuela, el noreste de Brasil, Centroamérica y el Caribe. Y en cuanto a las sequías, llovería menos de lo normal en el norte de Colombia, Venezuela y Centroamérica. Particularmente dentro de Perú la sierra sur o el altiplano son los más vulnerables a la falta de lluvia y precisamente habrá ausencia de esta.