Sí, ahora que están de moda las conjugaciones de los verbos, podemos, ganemos, triunfemos, se me ha ocurrido crear una nueva forma verbal, empledemos. Debo aclarar que podemos y ganemos no son la misma forma verbal, el primero es presente de indicativo y el segundo puede ser el presente de subjuntivo o el imperativo, depende en qué contexto lo usemos. Y estaba con este juego gramatical cuando pensé en empledemos, que es una contracción de empleo y debemos, que casi se asemeja al imperativo auténtico, empleemos; con la intención de llamar la atención sobre el problema de empleo que tenemos en el país y las consecuencias de cierta despoblación que estamos sufriendo y, recordar, el problema del paulatino envejecimiento.
Ya han transcurrido más de 40 meses, algo más de 13 trimestres, desde que el actual gobierno tomó las riendas de la situación, ante el silencio de los descontentos del 15M, jaleado por los empresarios e incomprendido por los suyos. Silencio porque no sabían que decir ante las medidas que adoptaban y las comparaban con la situación anterior y en ese ejercicio de igualación anda aún. Jaleado porque sabían que les aprobarían una reforma laboral que no hubieran imaginado, ni tan siquiera, 2 años antes. Incomprendido porque no entendían como era posible que los “propios” les subieran los impuestos, varias veces, y, a algunos de ellos, les retuvieran los sueldos.
Antiguamente, cuando los tronos no estaban en juego, las temporadas de televisión duraban 13 semanas, que es el número de semanas que tiene un trimestre. Así que me parecía que, pasados 13 trimestres, era un buen momento para analizar la “temporada” de los ocupantes temporales del trono. Hace varias semanas que hice, aunque con un enfoque diferente, un análisis sobre la EPA del 4º trimestre de 2014; pero, es tal la murga de que todo está mejor, que no me quedaba más remedio que insistir en el análisis del desempleo y del empleo, aunque no parece que estas sean cuestiones que preocupen mucho al personal.
Digamos para empezar que España tiene un problema de empleo, en el momento más álgido de la actividad económica, el número de parados rondaba los 2.000.000 de personas y solo estuvo por debajo de esa cifra, ligeramente, entre el 2º trimestre de 2005 y el 4º de 2007, de hecho en el 2º trimestre de 2007 se alcanza la menor tasa de paro, el 7,93%. Entre el 1º trimestre de 2002 y el 1º de 2008 la cifra de parados oscila alrededor de los 2 millones de personas, a lo largo de más de un lustro de crecimiento, España no es capaz de reducir su nivel de paro por debajo de esa cifra y no olvidemos que en ese mismo periodo el número de activos pasó de 18.635.100 a 22.810.400. Podríamos decir que ese era nuestro nivel de paro estructural, creciera la actividad económica lo que creciera el número de personas en paro no disminuía.
Lo grave es que ahora se ha reducido la población activa y, muy posiblemente, haya aumentado el paro estructural ante el declive de la actividad económica. No podemos olvidar el PIB perdido y aún no recuperado que son casi 5,5 puntos porcentuales a diciembre de 2014. Por ello es tan difícil de entender que no se optara por otras políticas. Pero si tenemos en cuenta que el aumento de empleo en los últimos trimestres se produce en los sectores de la construcción y los servicios de hostelería, ya sabemos que la recuperación es bastante falaz. Vamos a ver cómo han evolucionado las cifras en los últimos 13 trimestres.
En el cuadro al margen podemos ver que la población activa ha disminuido como también ha disminuido el número de ocupados. Al contrario de lo que ha ocurrido con el paro, que ha aumentado. Primero nos metimos en un pozo, muy probablemente con la intención de someter a la población, no estábamos resolviendo ningún problema estructural, pues todos ellos permanecen. El sometimiento se ha producido por la vía de intervención en el ámbito de lo que podríamos llamar los derechos básicos, libertad de expresión, capacidad de para litigar, libertad informativa, etc.
Y hete aquí que, una vez sometida la población, con la ayuda de factores externos, empezamos a salir del pozo en el que habíamos caído. Pozo del que en el mejor de los casos saldremos a final de año, en materia de desempleo, aunque sea a costa de reducir la población. Porque España en 2012, por primera vez desde 1971, inicia un proceso de disminución de su población que aún no ha concluido y que afecta especialmente al grupo de edades de los 25 a los 35 años. En definitiva, todavía no hemos regresado al último trimestre de 2011 ¿Alguien se atreve a hacer pronósticos de cuando regresaremos a los niveles del 1º trimestre de 2008?
De ahí que declaraciones del estilo “los mejores datos de siempre”, deberían ir acompañadas de “desde los peores datos de siempre”. Porque el dato de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo del 1º trimestre de 2014 es casi idéntico al del 4º trimestre del año 2000. Y como siempre hay quien duda de las cifras, aunque en otro tiempo eran muy valoradas, veamos la evolución de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, desde el 1º trimestre de 1995 y el 4º trimestre de 2014, que nos proporciona la Contabilidad Nacional Trimestral del España, huelgan los comentarios. Simplemente afirmar que estamos peor, pero parece que vamos mejor.
Y en estas estamos, en que unos afirman que estamos mucho mejor y otros nos hablan de no sabemos bien qué. Para acercarse a la realidad de la situación basta con leer el artículo que, sobre los salarios en las empresas españolas que cotizan en bolsa, publicaba el diario El País el 3 de mayo. Porque los desequilibrios se mantienen, déficit público primario, deuda creciente, déficit de la seguridad social, empleo de muy baja calidad, etc. Y si alguno piensa que el empleo crece por mor de la política económica que despierte del ensalmo, el empleo que se produce corresponde a dos sectores básicamente, la hostelería, por el crecimiento del turismo apoyado en la favorable evolución de los precios del petróleo, y la construcción, soportado por el gasto público previo a unas elecciones municipales y autonómicas.
Por supuesto que los grupos políticos tienen todo el derecho para hablar de lo que consideren conveniente, pero además de defender que esto va viento en popa o hablar de la casta o de la reducción del AVE, yo preferiría que me hablaran de empleo, porque también desde las administraciones locales se puede crear empleo. Me gustaría cansarme de oír hablar de rehabilitación de viviendas, de aprovechamiento de las que están vacías, de recuperación de espacios públicos, de limpieza, de eficiencia energética, de medios de transporte colectivo, de espacios para poder desarrollar las capacidades creativas, de aplicar la imaginación para poner en marcha sistemas de integración de las personas de la tercera edad en la actual dinámica social. En definitiva de empledemos, de que crear empleo es un deber colectivo.
salud a tod@s