Supongamos que un país, que arbitrariamente llamaremos España, experimenta un auge que es más fuerte que en el resto de la zona del euro. Como resultado del auge, la producción y los precios crecen más rápidamente en España que en los otros países del euro. Esto también conduce a un boom inmobiliario y una inflación de los activos en general en España. Dado que el BCE analiza los datos de euros en toda la zona, no puede hacer nada para frenar las condiciones en auge en España. De hecho, la existencia de una unión monetaria es probable que ayude a que se intensifique la inflación de los activos en España. Sin obstáculos por riesgo de cambio, el capital es atraído del resto de la zona del euro. Los bancos españoles que siguen dominando el mercado español, se suman al juego y aumentan sus préstamos. Se dejan llevar por las altas tasas de rentabilidad producidas por los cada vez mayores precios de los activos españoles, y por el hecho de que en una unión monetaria, puede conseguir fondos a los mismos tipos de interés que los bancos en Alemania, Francia, etc. Después del boom llega el colapso. Colapsan los precios de los activos, creando una crisis en el sistema bancario español.
Antes de nada, os recomiendo el blog ‘Diario Itinerante‘ de Andy Robinson (AR), que es el motivador de esta entrada, con permiso del dueño de la cita. Merece la pena su lectura, no utiliza un lenguaje excesivamente técnico y escribe entradas interesantes.
Ahora sigo con la cita, que así de buenas a primeras no lo parece, puesto que está más cerca de ser una «Biblia». La he elegido porque, después de leerla puede que lo que nos haga pensar que es un resumen de la situación económica actual, pero en realidad es un ejemplo de lo que podría pasar en la Unión Europea, escrito por Paul de Grauwe (PdG) en 1998 para The New York Times.
PdG llegó a afirmar que estaba casi seguro que desequilibrios y crisis en países de la UE como la descrita, sucederían tarde o temprano. No pudo ser más certero, ahí está España y otros países de la UE. Es más, puso el punto de mira en el que para él, iba a ser el talón de Aquiles de los cimientos de la construcción de la UE.
Los fundadores de la UEM han tomado medidas extraordinarias para reducir el riesgo de impago de la deuda de los gobiernos. Los criterios de convergencia de Maastricht y el pacto de estabilidad se han introducido para proteger la UEM del riesgo de acumulación excesiva de deuda pública. La debacle financiera asiática nos enseña que la acumulación de deuda excesiva por el sector privado puede ser igual, o más arriesgada. Esto ha escapado a la atención de los fundadores de la UEM, preocupados como estaban por los peligros de la excesiva deuda pública. Mientras tanto, el reloj de la UEM está en marcha, mientras que las instituciones que deben proteger la UEM de las crisis financieras y bancarias aún no se han puesto en marcha.
El texto anterior lo he extraído de la transcripción al español realizada por Nada es Gratis. Y lo he seleccionado para destacar la restricción al endeudamiento a la esfera pública, y el margen muchísimo mayor para el endeudamiento privado que, según PdG, brillaba por su ausencia en lo propuesto por aquel entonces.
AR entrevistó a PdG el pasado mes de mayo, y una de las preguntas clave a resaltar fue la típica de estos días: ¿cómo puede la UE salir de la crisis económica? La respuesta fue la siguiente:
El BCE debería poner un techo a los tipos en el mercado de bonos comprando deuda en el mercado secundario. Y la Comisión Europea debería forzar un ajuste simétrico obligando Alemania a subir salarios y expandir su presupuesto para elevar la demanda interna y compensar así el ajustede la devaluación interna en España , Italia etc.
Lamentablemente, de momento no son medidas que parezcan estar dentro de las intenciones decisorias por parte de Alemania Mario Draghi, representante máximo del Banco Central Europeo (BCE).