Alegar que los trabajadores desplazados por las máquinas encontrarán empleo, no es mucho más sensato que considerar que los caballos desplazados por los vehículos pueden ser empleados en la industria automotriz.
En principio esta no era la cita con la que quería actualizar pero, por falta de tiempo, he preferido quedarme hoy con esta frase de Wassily Leontief. Este economista fue un destacado keynesiano con una gran influencia sobre los neokeynesianos y los neoricardianos. Comentar también que, es el primer economista de origen ruso que traemos por estos lares. Pero, no es el primer economista al que hemos presentado aquí que ha sido galardonado con el Premio Nobel de Economía.
Dicho premio se le otorgó en 1973, por desarrollar la técnica input-ouput. Su análisis supuso la introducción del álgebra matricial al tratamiento de los problemas del equilibrio general, desarrollando un modelo estático muy operativo para estimar los niveles productivos sectoriales y las relaciones intersectoriales. El método input-output representa una aproximación empírica de las interrelaciones existentes entre los distintos sectores en que puede dividirse una economía nacional, tratadas como piezas de un equilibrio general.
He encontrado por Internet, una bibliografía sobre las tablas Input-Output en España [pdf], que contiene múltiples referencias a todo lo relacionado con este tema y de cuya introducción, copio y pego el siguiente texto que nos informa de la historia de estas tablas en España:
La incorporación de España al análisis input-output se produjo a 1958 con la publicación de la primera tabla nacional referida a 1954, que se hizo coincidir con la visita a España del profesor Leontief, y que fue patrocinada por el Instituto de Estudios Políticos. Posteriormente cogió el relevo la Organización Sindical Española, que patrocinó las referidas a 1958, 1962, 1965 y 1970, y el Fondo para la Investigación Económica y Social (FIES) de las Cajas de Ahorros confederadas que financió las de 1975, hasta que finalmente el Instituto Nacional de Estadística las incorporó a la Contabilidad Nacional, elaborando las de 1980, y 1985, y las estimaciones anuales a partir de este último año.
Volviendo a la cita… comentaros que la he obtenido del siguiente artículo que data de 1978. Realmente, W. Leontief veía muy negativamente la tecnología. Este otro enlace, habla sobre este tema, haciendo una evolución histórica y análisis. Las conclusiones que se obtienen son interesantes y de nuevo, copio y pego, en este caso la primera de las conclusiones que coincide con la opinión de W. Leontief al final del artículo enlazado al principio del párrafo:
Si la automatización no es utilizada en la búsqueda de nuevas formas de trabajo para el hombre la situación económica de una gran mayoría de la población mundial estará en crisis.
до следующего назначения.
La tecnología elimina más puestos de trabajo que los que puede crear.
Hablar de que la automatización quita empleos en 1978 puede estar «bien», pero en 2012 me parece un pensamiento bastante arcaico.
Las máquinas no quitan puestos de trabajo, si no que se facilitan un desplazamiento desde trabajos que requieren mayor esfuerzo físico hacia otros que requieren un mayor esfuerzo mental.
El ejemplo del caballo es, asimismo, desafortunado en tanto no considera el intelecto humano y su capacidad para asumir nuevos retos.
Hola Statu Quo 😀
Sinceramente, ni en 1978 podría estar «bien» aunque, todo depende quien lo formule y el pensamiento que le lleve hacerlo. Todo es argumentable desde luego. Yo no lo he respaldado.
Le he dado cabida porque siempre se le referencia a él, W. Leontief a la hora de hablar del método I-O que aún está vigente y es de gran utilidad (a pesar de que no se le debería otorgar a él tanto mérito por ese método).
Muchas gracias por pasarte a comentar. Se agradece tener comentarios y poder contestar 😀 No dudes el volver por este rincón. Si tienes alguna sugerencia sobre algún tema, no dudes en proponer. Saludos!
Si hay algo que tienen en común todos los economistas afines al capitalismo, con nobel o sin él, incluyendo los que pretenden tener una postura marcadamente «humanista», es considerar el trabajo no solo como un bien económico, si no una especie de privilegio humano.
Creo que hace un par de siglos que se se perdió de vista una idea muy simple desde el punto de vista aritmético: si trabajando 8 horas 6 personas pueden construir una valla, 12 personas pueden construirla trabajando 4. Si una máquina hace parte del trabajo, entonces igual con 2 horas sobra. Esto es, menos beneficio para la empresa constructora, sí, pero más calidad de vida para todos.
No se cuándo se volvió imprescindible seguir trabajando como esclavos cuando la tecnología ha dado sobradamente de sí para hacernos la vida más fácil. Pero es esa sombra de «imprencindibilidad» la que hace que las máquinas parezcan adversarios. Corrijo, lo las convierte de hecho en adversarios. Porque mejor esclavo que muerto de hambre, verdad?
El problema es que se mira como un factor (el factor trabajo), y por eso se puede llegar a hablar de esa forma carente de escrúpulos.
Entiendo a lo que te refieres sobre las personas y la tecnología, de hecho no apoyo dicha frase, al contrario pero, me ha parecido la más llamativa de W. Leontief y en cierta forma ha surgido efecto. Cuesta que la gente se anime a participar y comentar. Gracias por hacerlo 😀
Ah, se me olvidaba, ni esclavo ni muerto de hambre… lo ideal es trabajar en algo propio con lo que ganarse la vida y no depender de nadie, o en todo aso, trabajar «de algo» que realmente nos llene, y a ser posible, sin esa esclavitud. En cierta forma, no es una locura este planteamiento renunciando, en términos generales por la sociedad en su totalidad, a beneficios desorbitados e innecesarios.
Un saludo, te esperamos por aquí en otras ocasiones, no dudes el volver y aportar 😉