Como os prometía hacemos la tercera entrega de esta colección cavernícola, rupestre y trogloditíca. Para ello comenzaremos por el principio, muchos se han sorprendido frente a la utilización de estos tres términos que he venido usando indistintamente para referirme a los hábitats subterráneos. Analizaré su significado y el porqué de su uso de forma distintiva.
Siguiendo a Carmona Zubiri profesor del área de antropología social de la UMH cuya una tesis esta basada en el poblamiento rupestre de las minas de Hellín. Voy a tratar de definir cada uno de los conceptos que han sido aplicados como adjetivos a las personas que viven en cuevas:
- La definición de rupestre que ofrece el Diccionario General de la Lengua Española Larousse es: adjetivo (latín rupestrem). Relativo a las rocas. Arte rupestre (Bellas Artes), pinturas, grabados y relieves realizados sobre rocas.
- El mismo diccionario dice de troglodita: adjetivo y sustantivo masculino y femenino (griego troglodytes).
- Mientras tanto aclara la definición de cavernícola como Figurado, bárbaro, rudo, grosero (latín cavare)
En la bibliografía española se utilizan diversos términos que incluyen estos dos calificativos: arquitectura rupestre[1] La arquitectura rupestre de Chinchilla de Montearagón. Fernández Serrano, C., Lobato Cepeda, B.E., Ortega Bravo, Y. 1982. Narria n.º 27 , hábitat en cuevas[2]Alcarra, “Casa de Dios”, hoy Alcalá del Júcar (Albacete). ¿Nuevo eremitorio rupestre? Jordán Montes, J.F y Sánchez Ferra, A.J. 1993. Antigüedad y cristianismo X y hábitat troglodítico; [3] Un hábitat en cueva de excepcionales dimensiones: La cueva del tío Juan Diego en Caprés (Fortuna, Murcia). Lillo Carpio, P. 1993. Antigüedad y cristianismo X, hábitat rupestre[4] Fuentes orales y hábitat rupestre en el valle de Hellín-Tobarra. El ejemplo del Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, D. 2002. Instituto de Estudios Albacetenses. Serie 1 para referirse al fenómeno; viviendas-cueva[5] Uso y distribución de La cueva-vivienda en la Comunidad de Murcia. Cebrián Abellán, A. y Morote Martínez, M. 1993. Antigüedad y cristianismo X , cuevas trogloditas [6] Cano Gomáriz, M., González Caballero, F. y Gómez Domínguez, A. Las cuevas de Comala 1993. Antigüedad y cristianismo X , cuevas artificiales[7] “Introducción al estudio de las cuevas artificiales medievales de la provincia de Almería. Carra Barrionuevo L. y Rodríguez López, J. 1987. Boletín del Instituto de Estudios Almerienses, n.º 7 , o casas-cueva[8] En las afueras de las sociedades industriales: Arqueología y trogloditismo en el Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, 2002. II Congreso de Historia de Albacete, Volumen I para nombrar las unidades de habitación concretas. Aunque como se ve el término troglodita se utiliza, quizá siguiendo la terminología de algunas obras anteriores[9] Las viviendas troglodíticas en los paisajes del Mediterráneo. Jessen, O. 1955. Estudios geográficos, T. XVI [10] El hábitat troglodítico antiguo en la Hoya de Guadix (Granada). Elementos de tipología. Bertrand, M. 1986. Arqueología espacial. Coloquio sobre el microespacio. Vol. 10 , con cierta tendencia a alternarlo indistintamente con rupestre o cueva, incluso de manera redundante.
Es por tanto una tríada de términos que pudieran parecer sinónimos, por lo que sería conveniente clarificar los conceptos.
Lo cierto es que en sentido estricto, un cavernícola es aquel que habita una caverna, una abertura natural de la roca. Esta distinción es sumamente importante porque las casas-cueva, sea cual sea su tipología, son cuevas artificiales que constituyen una arquitectura parcial o totalmente sustractiva, en lugar de la arquitectura aditiva propia de la superficie.
La importancia de esta puntualización radica en que si estamos hablando de arquitectura, Cuevas troglodíticas[11] Cano Gomáriz, M., González Caballero, F. y Gómez Domínguez, A. Las cuevas de Comala 1993. Antigüedad y cristianismo X es una repetición o una falta de propiedad evidente. Debe quedar claro que existe una diferencia entre caverna y cueva. Mientras la primera, como se ha dicho, es una apertura natural, la cueva puede ser tanto natural como artificial.
Por otra parte, el segundo significado de troglodita comporta una figuración bastante peyorativa, la de barbarie, rudeza, grosería, defectos que, por cierto, se les supone a quienes están sin civilizar: primitivos y salvajes. Lo que está claro es que estos términos, (bárbaro, rudo, grosero) se relacionan con a su modo de vida primitivo, lo que dota al término de connotaciones negativas que tienen su reflejo en la consideración social que se otorgaba a quienes vivían en las casas-cueva.
La denominación cuevas artificiales aunque correcta, supera el ámbito del hábitat, pues bajo esta denominación caben tumbas y lugares de culto de implicaciones distintas a las del hábitat. En el núcleo de casas-cueva del cercano Tolmo de Minateda[12] En las afueras de las sociedades industriales: Arqueología y trogloditismo en el Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, 2002. II Congreso de Historia de Albacete, Volumen I se conocía a los modernos trogloditas como los de los covachos o los de las cábilas, términos de tono despectivo y de reminiscencias norteafricanas respectivamente, que se corresponden con dos de las condiciones a eludir del término troglodítico evitando la carga de negatividad que conlleva la palabra para acercarse al tema con auténtico espíritu científico.
Intencionadamente hemos hablado anteriormente de bibliografía española porque no debemos olvidar que las connotaciones no son extensibles al extranjero. El léxico no es sino una reverberación de nuestro mundo ideológico y mental, o sea cultural; en consecuencia, a un idioma distinto le corresponde un horizonte mental diferente. Desde este punto de vista debemos de considerar la utilización de troglodita en trabajos de Maryelle Bertrand sobre Guadix[13] El hábitat troglodítico antiguo en la Hoya de Guadix (Granada). Elementos de tipología. Bertrand, M. 1986. Arqueología espacial. Coloquio sobre el microespacio. Vol. 10 . Claro, como su propio nombre delata, Maryelle Bertrand es francesa y esto tiene su importancia en la cuestión.
En francés la palabra parece tener otra acepción quizás más amable que en español:
«1. Habitant d’une grotte, d’une caverne, d’une demuere aménagée dans la terre, dans le rocher. 2. Petit passereau des zones tempérées nichant dans les trous des murs».
«le Dictionnaire Larousee du Français d’aujourd’hui» l
También tiene una segunda acepción «1.Habitante de una gruta, de una caverna, de una morada habilitada en la tierra, en la roca. 2. Pajarillo que habita las zonas templadas que anida en los huecos de los muros». Es decir, que troglodita no significa ni bárbaro, ni rudo, ni grosero en francés. Su segundo significado, referido a un pajarillo que anida en las definiciones vistas. Sobre quienes allí habitaban colgaba un poderoso sambenito, la «mala fama», que significaba que se trataba de gentes rudas y de mal vivir, lo que nos acerca al concepto figurado de troglodita (bárbaro, rudo, grosero) evidenciando la carga negativa que comporta el término.
En francés, no parece sospechoso de poseer una carga de negatividad como la del castellano. En definitiva, lo más adecuado parece utilizar en adelante el calificativo troglodita con cierta precaución, pero sobre todo con propiedad. Para definir la arquitectura de las casas-cueva resultaría impropio en castellano, por lo que recurrimos al adjetivo rupestre, más preciso y aséptico en cuanto a connotaciones. El uso de troglodita es admisible para nombrar a los habitantes de las casas-cueva ante la carencia de algo más adecuado, y por supuesto, desprovisto de connotaciones negativas. Tal y como vengo haciendo en anteriores artículos sobre el tema.
Por último, definiremos casa-cueva donde se engloban muchas cosas. Las vivienda en cuevas aprovechan abrigos eólicos para adosar una construcción de superficie cubierta generalmente a un agua[14] “En las afueras de las sociedades industriales: Arqueología y trogloditismo en el Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, 2002. II Congreso de Historia de Albacete, Volumen I . Su técnica, que podríamos calificar de arquitectura aditiva, se corresponde más con las viviendas de superficie que con las rupestres. Requieren de una plataforma pues se ubican en las partes más altas de cingles y cabezos, donde se encuentran los abrigos, y aparte de las tierras de labor. Esta tipología, convive con ella hasta el punto de quedar ambas bajo la misma denominación: las cuevas[15] “En las afueras de las sociedades industriales: Arqueología y trogloditismo en el Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, 2002. II Congreso de Historia de Albacete, Volumen I .
La cuestión idiomática evidencia como pocas las diversas percepciones sobre un mismo fenómeno. En este caso muestra incluso la extensión del mismo, ya que para Bertrand está tan desprovisto de negatividad que se compró una casa-cueva en Guadix, donde se trasladó a vivir, o sea, mientras aquí son legión los que piensan que las casas-cueva son subviviendas, para ella era algo más bien exótico. En el mismo sentido que Bertrand emplea el término viviendas trogloditas[16] “Las viviendas troglodíticas en los paisajes del Mediterráneo. Jessen, O. 1955. Estudios geográficos, T. XVI .
Una de las obras enciclopédicas que tratan con profundidad y visión científica el fenómeno del trogloditismo se trata de Arquitectura subterránea: cuevas de Andalucía: conjuntos habitados patrocinado por la Junta de Andalucía y publicado en 1989.
En época más contemporánea podemos consultar obras como El hábitat troglodita: el paisaje patrimonial de la Hoya de Guadix de Carlos Aguilera Medialdea, que centra su proyecto de investigación del Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico de la Universidad de Sevilla en el Hábitat Troglodita.
De gran profusión en la historia y la imagen trogloditíca es el libro Cuevas de Guadix. La Memoria de un paisaje editado por el ADR Comarca de Guadix y escrito por Antonio López Marcos en colaboración con Torcuato Fandila García de los Reyes.
Estas referencias tratan el fenómeno del trogloditismo desde una perspectiva científica. Identificando el hábitat de las casas cueva y dotándoles de una identidad propia y única.
Seguiremos por tanto la estructura expuesta en los dos anteriores volúmenes, tanto en el primero como en la segundo. Propondremos algunos lugares trogloditas dispersos por la geografía española comenzando por las Minas (Albacete), Gascueña (Cuenca), Valle del Tajuña (Madrid), Valtierra (Navarra) y Vilches (Jaén) hasta dar un salto al archipiélago canario donde veremos algunas cuevas de las islas de Gran Canaria, Tenerife y la Palma.
Las Minas (Albacete)
Históricamente el origen y razón de ser de Las Minas es una actividad económica secular que deviene en industrial: la explotación minera del azufre. Ésta ha caracterizando el área hasta el punto de otorgarle incluso el nombre, con lo que consecuentemente cualquier trabajo sobre Las Minas requiere del estudio de la minería del azufre. Aunque Las Minas también se encuentran relacionadas con el hábitat troglodita, constituyendo un importante núcleo de vivienda rupestre de época contemporánea, precisamente del momento de máximo auge de la explotación minera, su fase industrial[17]Las Minas de Hellín. 2002. Daniel Carmona Zuburi.
Gascueña (Cuenca)
Las casas-cueva de Gascueña son construcciones excavadas en la roca junto a las casas del pueblo. Hasta los años 60 del siglo XX estuvieron habitadas, desde 2016 el Ayuntamiento de Gascueña las ha restaurado y habilitado para su visita. En su interior hay un museo etnográfico con una exposición permanente que se completa con objetos, fotografías y enseres de la hermandad de Ánimas de Gascueña, que data de 1710.
Valle del Tajuña (Madrid)
La Ribera del Tajuña conserva desde tiempos neolíticos con un posterior desarrollo en la primera mitad del siglo XVIII hasta el S. XXI una arquitectura troglodítica que presenta muy buenos ejemplos.
En Perales del Tajuña podemos encontrar una pared de yeso conocida como el Risco de las Cuevas, caracterizada por una composición fácil de excavar u horadar, en la que actualmente se pueden contemplar hasta un total de 50 cuevas (no naturales), de diferentes dimensiones e intercomunicadas a distintos niveles en algunos casos. Podemos decir que este conjunto de casas-cueva es un «edificio de viviendas prehistórico».
Decimos prehistórico porque, aunque la fecha exacta de las cavidades no es conocida, en el lugar se han encontrado referencias de materiales arqueológicos desde el Neolítico.
El Risco de Perales de Tajuña y sus Cuevas fueron declarados Patrimonio Nacional en 1931. Al objeto de dar a conocer el lugar, el ayuntamiento de Perales de Tajuña viene desarrollando en los últimos tiempos una labor divulgativa para atraer visitantes al Risco y la localidad. Para ello, entre otras iniciativas, se ha habilitado un centro de interpretación en una ermita del municipio.
En Tielmes podemos disfrutar de su cueva museo, donde vivió el tío Chilera durante décadas hasta que el ayuntamiento la adquirio para su musealización. Es una señora cueva porque fue excavada por un señor albañil[18]La cueva del tío Chilera. 2007. Patricia Gosálvez. El País. .
El Valle del Tajuña es un espacio muy rico en construcciones subterráneas por lo que no podemos olvidar otros pueblos que además de Perales del Tajuña y Tielmes, conservan un patrimonio troglodita digno de mención como Carabaña, Estremera o Fuentidueña.
Valtierra (Navarra)
Valtierra es una de las puertas de entrada a uno de los desiertos más bellos de la geofrafía española, las Bárdenas Reales. Un espacio declarado reserva de la biosfera y Parque Natural, con un medio físico y geológico único en Europa, por que en su registro cuenta con el nido fósil más antiguo del mundo.
El Ayuntamiento se planteó su rehabilitación como casas rurales y atractivo turístico, impulsando la construcción del actual complejo turístico en el que existen 7 cuevas para alojamiento y una cueva-bar. Todavía quedan alrededor de 200 cuevas en condiciones de ser rehabilitadas.
Vilches (Jaén)
Las Cuevas de Vilches, escrito por Juan Peña Jimenez consta de dos volúmen con una amplisima colección fotográfica así como de información y entrevistas realizadas donde se describen los barrios y grupos de cuevas de este municipio jienense.
Durante siglos los vilcheños aprovecharon la composición blanda de la piedra arenisca que forma sus cerros para excavar en ellos un innumerable numero de cuevas, que oficiaron hasta hace poco más de 50 años como vivienda habitual. Ahora, cinco décadas después, el ayuntamiento pretende recuperar, mantener y poner en valor uno de los valores patrimoniales y arquitectónicos más importantes y peculiares de Vilches: las casas cueva de un pueblo con un impresionante valor troglodítico.
Además Vilches posee un complejo eremítico denominado Cuevas de la Espeluca. Relacionadas con una posible población visigoda o mozárabe que poseen grabados de inspiración religiosa y otros más recientes. En el Oratorio se incluyen zonas de hábitat así como espacios de culto.
Canarias
Las Islas afortunadas también han sido habitadas por trogloditas, hasta el siglo XIX, en la isla el hábitat rupestre llegó a ser la residencia de aproximadamente un diez por ciento de su población. La cueva ha sido una de las construcciones populares empleadas con especial incidencia en las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma. Desde tiempos remotos, los pobladores canarios habitaban al abrigo de las cuevas, muchas de ellas naturales, y otras artificiales[19] El arte de habitar el paisaje. Arquitectura troglodita en Canarias, un análisis tipológico y constructivo en su evolución. Martínez Díaz, L.; Algarín Comino, M.; Santana Rodríguez, R.J. 2015. Arquitectura en tierra. Patrimonio Cultural. XII CIATTI. Congreso de arquitectura en tierra en Cuenca de Campos.
Tenerife
En la isla de Tenerife su desarrollo fue puramente circunstancial, las cuevas fueron utilizadas más que como vivienda, como almacenaje. No obstante destacan las cuevas de Güimar, Barranco de Yeneche, Los Cristianos, Chimanada, Fasnia junto a Roque Negro y Afur.
Destacamos el caserío de Chinamada, un conjunto de casas-cueva construido sobre un antiguo asentamiento aborigen que ha sido declarado Patrimonio Histórico-Cultural. Así como la cueva de Chingüaro (Güimar) cuevas de Güimar dentro de la categoría de Sitio Histórico, que según los historiadores fue la cueva-palacio del mencey Acaymo. En ella, los guanches rindieron culto a la diosa aborigen Chaxiraxi hasta que fue identificada como la Virgen María por parte de los conquistadores.
Gran Canaria
La vivienda en cueva se ha venido desarrollando en la isla de Gran Canaria de una manera prácticamente ininterrumpida desde el periodo anterior a la Conquista hasta nuestros días, siendo visible su presencia prácticamente en todo el territorio[20] El arte de habitar el paisaje. Arquitectura troglodita en Canarias, un análisis tipológico y constructivo en su evolución. Martínez Díaz, L.; Algarín Comino, M.; Santana Rodríguez, R.J. 2015. Arquitectura en tierra. Patrimonio Cultural. XII CIATTI. Congreso de arquitectura en tierra en Cuenca de Campos.
La isla de Gran Canaria presenta grandes concentraciones de viviendas que se localizan en corredores de barrancos. Estos conjuntos presentan una amplia tipología en cuanto a formas, acabados, distribución y usos, sobresaliendo en el horizonte etnográfico las cuevas de habitación, organizadas en torno a patios de sol que sirven de espacios de distribución entre estancias, cuyas salidas orientan sus bocas preferentemente a bandas
de solana. En cuanto al uso, el destino es múltiple: viviendas, santuarios, establos y corrales, estanques o depósitos, bodegas, almacenes, depósitos funerarios, abrigos o refugios… [21]González Navarro, J.; Cuenca Sanabria, J.; Velasco Vázquez, J.; 2016. Un viaje al interior de la tierra. Boletín electrónico de Patrimonio Histórico nº 3
- Risco Caído sea probablemente el templo perdido de los antiguos canarios, con más de 2.000 años de antigüedad. Se encuentra enclavado dentro del conjunto de Montañas Sagradas de Gran Canaria, designados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
- Acusa Seca pervive «desde el pasado pre-europeo hasta la actualidad» este asentamiento troglodita y se trata de un ejemplo del hábitat en cuevas en distintos pisos de altura. Los hallazgos encontrados en Acusa Seca (momias, cerámicas, ídolo de Acusa, etc…) se encuentran conservados en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria.
- Barranco de Guayadeque es un Monumento Natural y Bien de Interés Cultural, que sirven para ayudar a conservar esta zona arqueológica. Es el emplazamiento que presenta una mayor densidad de enclaves arqueológicos de la isla de Gran Canaria, entre los que sobresalen conjuntos de hábitat trogloditas.
- Barranco Hondo fue hasta mediados del siglo XX, uno de los mayores asentamientos trogloditas habitados, de las tierras altas de la Isla, hoy en día se encuentra casi despoblado. Destaca la gran cantidad de cuevas artificiales que han sido excavadas a lo largo de los siglos a ambos márgenes del gran barranco, cuya toponimia es extensa.
- Artenara constituye uno de los centros trogloditas más importantes de la isla. Actualmente existe un Museo etnográfico de las cuevas así como una amplia oferta turística de casas cueva (Artenatur).
- La Atalaya de Santa Brígida es una formación que protege a los talayeros de las inclemencias del tiempo desde antes de la conquista de Gran Canaria. Este conjunto conforma una extensión enorme de casas-cueva, siendo uno de los poblados trogloditas más singulares del Archipiélago, del que constan muchas referencias retrospectivas fotográficas, así como relatos de viajeros famosos.
La Palma
En la Palma, el trogloditismo se limitó a las áreas rurales, donde trabajaban los agricultores con menos recursos económicos, siendo las cuevas, el alojamiento de éstos mismos o el lugar de almacenaje, aunque también sexisten algunas al borde de pequeños puertos y zonas costeras[22] El arte de habitar el paisaje. Arquitectura troglodita en Canarias, un análisis tipológico y constructivo en su evolución. Martínez Díaz, L.; Algarín Comino, M.; Santana Rodríguez, R.J. 2015. Arquitectura en tierra. Patrimonio Cultural. XII CIATTI. Congreso de arquitectura en tierra en Cuenca de Campos. Destacan algunas cuevas en Tenagua, La Galga, Barranco de San Juan o el Barranco de la Herradura, Proís de Candelaria, Proís de Sto.Domingo, Buracas, Bellido, Proís de Tazacorte y Tamanca.
Viviendo Bajo Tierra, el nuevo trogloditismo sigue vivo.
Para terminar esta trilogía os dejo con Pepe, natural de Benalúa de Guadix, que nos explica como construir de forma manual con el pico este tipo de espacios subterráneos.
Referencias
↑1 | La arquitectura rupestre de Chinchilla de Montearagón. Fernández Serrano, C., Lobato Cepeda, B.E., Ortega Bravo, Y. 1982. Narria n.º 27 |
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↑2 | Alcarra, “Casa de Dios”, hoy Alcalá del Júcar (Albacete). ¿Nuevo eremitorio rupestre? Jordán Montes, J.F y Sánchez Ferra, A.J. 1993. Antigüedad y cristianismo X |
↑3 | Un hábitat en cueva de excepcionales dimensiones: La cueva del tío Juan Diego en Caprés (Fortuna, Murcia). Lillo Carpio, P. 1993. Antigüedad y cristianismo X |
↑4 | Fuentes orales y hábitat rupestre en el valle de Hellín-Tobarra. El ejemplo del Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, D. 2002. Instituto de Estudios Albacetenses. Serie 1 |
↑5 | Uso y distribución de La cueva-vivienda en la Comunidad de Murcia. Cebrián Abellán, A. y Morote Martínez, M. 1993. Antigüedad y cristianismo X |
↑6, ↑11 | Cano Gomáriz, M., González Caballero, F. y Gómez Domínguez, A. Las cuevas de Comala 1993. Antigüedad y cristianismo X |
↑7 | “Introducción al estudio de las cuevas artificiales medievales de la provincia de Almería. Carra Barrionuevo L. y Rodríguez López, J. 1987. Boletín del Instituto de Estudios Almerienses, n.º 7 |
↑8, ↑12 | En las afueras de las sociedades industriales: Arqueología y trogloditismo en el Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, 2002. II Congreso de Historia de Albacete, Volumen I |
↑9 | Las viviendas troglodíticas en los paisajes del Mediterráneo. Jessen, O. 1955. Estudios geográficos, T. XVI |
↑10, ↑13 | El hábitat troglodítico antiguo en la Hoya de Guadix (Granada). Elementos de tipología. Bertrand, M. 1986. Arqueología espacial. Coloquio sobre el microespacio. Vol. 10 |
↑14, ↑15 | “En las afueras de las sociedades industriales: Arqueología y trogloditismo en el Tolmo de Minateda. Carmona Zubiri, 2002. II Congreso de Historia de Albacete, Volumen I |
↑16 | “Las viviendas troglodíticas en los paisajes del Mediterráneo. Jessen, O. 1955. Estudios geográficos, T. XVI |
↑17 | Las Minas de Hellín. 2002. Daniel Carmona Zuburi |
↑18 | La cueva del tío Chilera. 2007. Patricia Gosálvez. El País. |
↑19 | El arte de habitar el paisaje. Arquitectura troglodita en Canarias, un análisis tipológico y constructivo en su evolución. Martínez Díaz, L.; Algarín Comino, M.; Santana Rodríguez, R.J. 2015. Arquitectura en tierra. Patrimonio Cultural. XII CIATTI. Congreso de arquitectura en tierra en Cuenca de Campos |
↑20, ↑22 | El arte de habitar el paisaje. Arquitectura troglodita en Canarias, un análisis tipológico y constructivo en su evolución. Martínez Díaz, L.; Algarín Comino, M.; Santana Rodríguez, R.J. 2015. Arquitectura en tierra. Patrimonio Cultural. XII CIATTI. Congreso de arquitectura en tierra en Cuenca de Campos |
↑21 | González Navarro, J.; Cuenca Sanabria, J.; Velasco Vázquez, J.; 2016. Un viaje al interior de la tierra. Boletín electrónico de Patrimonio Histórico nº 3 |