
La última enmienda
Vi cómo la música del violín con la que aquel hombre humilde iluminaba la calle se transformaba en polvo gris al rozar su propio aura. Vi cómo no lograba arrancar ni una sonrisa, ni un destello de sus ojos, ni un leve balanceo de su cuerpo rígido. Vi que las notas se derretían confusas…