
Volver
Echo de menos tener tiempo para no pensar en nada. Aunque, siendo sinceros, echo de menos tener tiempo. Echo de menos levantarme con sensación de descanso por las mañanas. Tomar chocolate, en lugar de café. Echo de menos sonreír. Sonreír contigo. Nuestras conversaciones de madrugada. Tus rayadas, mis dudas. A nosotros. Echo de menos pararme…