
Cardioefluvios
A ninguno nos sorprendió que burbujeara, inundando de pompas tristes la estancia de la que ya no había querido moverse, cuando, en plena primavera, se disolvió: sabíamos que su amor por ella había sido efervescente. Todos lo lamentamos mucho, pero fue un alivio no tener que seguir escuchando el eco de los suspiros de su…